Revista
Por Samir Sayadi Gmada, Carlos Parra López, José Sánchez Fernández. Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera
Este trabajo supone una parte de los resultados presentados por los autores en la comunicación titulada “Análisis de las preferencias sociales hacia las funciones del olivar en pendiente y zonas desfavorecidas en Andalucía” (Sayadi et al., 2018) que fue presentado durante el “XIX Coloquio de Geografía Rural de la Asociación de Geógrafos Españoles” y “II Coloquio Internacional de Geografía Rural” (ColoRural-2018).
Se presenta de forma muy resumida la demanda social hacia las diferentes funciones que cumple el olivar en pendiente y zonas desfavorecidas en Andalucía, comentando con más detalle las relativas a las funciones ambientales. Para ello se realiza una encuesta a una muestra representativa de ciudadanos andaluces, residentes mayores de 18 años, entre los meses Octubre y Noviembre del año 2017 (411 sujetos, error muestral de 3,38 %).
¿Qué es el olivar en pendiente y zonas desfavorecidas?
El olivar en pendiente y zonas desfavorecidas requiere para su definición la consideración tanto de aspectos físicos, principalmente de relieve y de tipo edafológico, como económicos. Se define así como el sistema de cultivo que comprende aquellas zonas del territorio Andaluz caracterizadas por la limitación de un factor principal como la elevada pendiente (>20%), que dificulta la mecanización completa de las labores para estas zonas, y varios factores secundarios como son la altitud y unos suelos pobres y poco profundos (CE, 1257/1999). El conjunto de estos factores determina una baja rentabilidad, debido a unos elevados costes de producción provocados por las dificultades de la mecanización y las restricciones del medio físico, y por consiguiente unos menores rendimientos (Calatrava y Sayadi, 2005), que hacen de este cultivo un sistema agrario marginal, sin posibilidad de competir dentro del mercado por sus elevados costes y dependiente de ayudas públicas. Según los datos del Sistema de Información Geográfica de Parcelas Agrícolas (SIGPAC) (Junta de Andalucía, 2018) el número de explotaciones con pendientes medias superiores al 20%, abarcan el 26,12 % de la superficie total del olivar en Andalucía lo que supone una extensión de 413.800 ha de cultivo.
El abandono del olivar en pendiente y sus consecuencias
Las restricciones de rentabilidad económica debido a los numerosos factores que condicionan el medio físico en que se encuentra este cultivo, conllevan que este sistema agrario presente un elevado riesgo de abandono de la actividad productiva para los próximos años. Debemos ser conscientes, de que el abandono de estos sistemas causaría una multitud de efectos negativos debido a la reducción de la oferta de bienes y servicios de tipo ambiental (biodiversidad, control de la erosión, fijación de carbono, paisaje, etc.). Pero esta pérdida no solo afectaría al papel ambiental que cumplen hoy en día estos cultivos, sino también al aspecto social (creación de empleo, fijación de la población rural, etc.) y económico (producción de alimentos, eficiencia de las explotaciones, infraestructuras, etc.) (Parra López et al., 2007), que conllevarían una pérdida global del bienestar social de la población andaluza, y específicamente de las zonas rurales donde se encuentra situados estos sistemas.
Puede leer el estudio completo en el número 177 de Oleo Revista.