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Con motivo del Día Internacional de las Mujeres Rurales, que celebramos cada 15 de octubre, el Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Centro y Canarias ha resaltado el papel de las ingenieras agrónomas en el ámbito rural.
“Tradicionalmente, las mujeres han estado ligadas a las explotaciones agrarias y a la industria agroalimentaria, especialmente en puestos de trabajo relacionados con la manipulación y el procesado de los alimentos, pero a pesar de estar cada vez más preparadas, en muchas ocasiones, tienen problemas para acceder a las cúpulas de dirección de las empresas, y aunque se reconoce formalmente su derecho a participar en ellas en condiciones de igualdad, siguen estando escasamente representadas”, señala Elena Bermejo Martínez, vicepresidenta de la Comisión sobre Mujer en la Ingeniería Agronómica del Colegio, que añade que “por otra parte, debido a los prejuicios existentes a la hora de considerar la capacidad de las mujeres en el ámbito de la tecnología, también se ha obviado su lugar en el desarrollo de la misma”.
La Comisión sobre Mujer en la Ingeniería Agronómica del Colegio de Agrónomos echaba a andar a principios de este año con el objetivo de dar visibilidad a la presencia de las mujeres en esta rama de la ingeniería, donde hay grandes profesionales que trabajan con éxito en el desarrollo de proyectos, en la gestión empresarial, en las universidades y en las propias administraciones públicas.
De los cerca de 1.700 ingenieros agrónomos colegiados de la institución, el 24,4% son mujeres. De ellas, el 42,6% vive en el ámbito rural. “El trabajo de estas ingenieras es necesario para garantizar la sostenibilidad y el futuro tanto de las explotaciones agrarias como de muchos procesos de la industria agroalimentaria en la que se requiere profesionales especializados, con visión de futuro y con habilidades en la gestión y organización”, comenta Elena Bermejo.
La Comisión sobre la Mujer en la Ingeniería Agronómica también tiene como objetivo la promoción del estudio de esta ingeniería entre las niñas y jóvenes durante los distintos periodos de formación y enseñanza, como la presencia de las ingenieras agrónomas en el mundo del trabajo y las empresas, así como el de potenciar la labor que se realiza desde las organizaciones de mujeres de sectores relacionados con la agricultura y la alimentación.