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La apuesta por el sector oleícola en Portugal ha supuesto una transformación económica y social de una zona agrícola determinada, el Alentejo. Apuesta que organizaciones como Associação de Olivicultores do Sul (Olivum), forman parte de su visión y sus objetivos y que la definen como tal. Óleo entrevista a su director ejecutivo, Gonçalo Almeida Simões sobre la transformación y el desarrollo de la olivicultura portuguesa.
Cuando hablamos del olivar del Alentejo, ¿cúales son los elementos que lo definirían?
El olivar moderno en el Alentejo corresponde hoy a conceptos clave como modernidad, calidad y sostenibilidad, ya que utiliza tecnología de agricultura de precisión para garantizar la eficiencia en la producción de la más alta calidad, pero también para garantizar la sostenibilidad ambiental del sector, es decir, un uso muy estricto de agua, y uso reducido de fitofármacos. La sostenibilidad social es otra de las preocupaciones del sector y, por tanto, el desarrollo económico que el sector trajo a la región es factual, a través de la creación de empleo y con un incremento del 68% (entre 2010-2019) de las empresas agrícolas que brindan servicios al sector.
¿Cómo ha evolucionado en estos últimos 10 años el sector y el agricultor? ¿Cómo son las empresas del sector?
En 2014, Portugal comenzó a garantizar estratégicamente su autosuficiencia en aceite de oliva y hoy exporta 500 millones de euros de aceite de oliva al mercado internacional, contribuyendo a la economía portuguesa con 620 millones de euros. La inversión en el sector ha permitido pasar de 80.000 tn en 2014 a 135.000 tn de aceite de oliva producido en 2019. Las empresas del sector son en su mayoría portuguesas, pero además, el éxito del sector ha permitido atraer inversión extranjera de latitudes tan diversas como España, Inglaterra, Chile, Arabia Saudita, Suiza o Dinamarca. Las condiciones básicas para la existencia del olivar moderno son el resultado de Alqueva, un proyecto estratégico de inversión pública, para la creación del lago artificial más grande de la Unión Europea, que permite el riego de 120.000 ha con 50.000 adicionales para 2023. El Alentejo es un tercio del territorio portugués, con el nuevo desarrollo del proyecto Alqueva, el Alentejo se convertirá en la zona agrícola del país con mayor dimensión y éxito económico agrícola.
¿Qué perspectivas de crecimiento tiene el sector del aceite de oliva en Portugal, ¿puede convertirse en uno de los grandes operadores en el medio plazo?
Las perspectivas son alentadoras, dado que Portugal tiene hoy una de las producciones de aceite de oliva más eficientes del mundo, y es capaz de competir en el mercado mundial con los principales actores, ya que es el primer país del hemisferio norte en tener aceite de oliva nuevo en la campaña, lo que le brinda una ventaja competitiva muy interesante y la capacidad de influir en el precio mundial al comienzo de la campaña. Portugal es actualmente el octavo productor mundial de aceite de oliva, pero el primer productor mundial en términos de calidad, ya que el 95% del aceite que produce es virgen y virgen extra, sin que ningún otro actor mundial presente un porcentaje tan alto en términos de calidad, junto con España e Italia alcanzando solo el 70%. Portugal ciertamente crecerá en términos cuantitativos, pero sin olvidar nunca el aspecto cualitativo, ya que esta es su gran ventaja comparativa. El sector es consciente de que la calidad del aceite de oliva portugués es ahora reconocida mundialmente y no tiene la intención de renunciar a esa imagen de marca.
Pueden leer la entrevista completa en el número 182 de Óleo.