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Según datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística de Portugal, la producción en el olivar portugués en la presente campaña, se espera que disminuya un 30% con respecto a 2019.
En Portugal, la recolección comenzó en el mes de octubre cuando el estado de maduración de sus frutos estaban en su momento idóneo. Las lluvias en el mes de octubre, fueron beneficiosas para algunos olivares, sobre todo para los de secano, pero no lo suficiente para contrarrestar el efecto de sequía que ha estado presente a lo largo de todo el ciclo productivo. A pesar de unas tasas de floración muy aceptables para un año de baja productividad, las precipitaciones y las altas temperaturas, han provocado una menor carga de frutos, y que posteriormente ha disminuido debido a los prolongados períodos de calor y sequía.
Cabe señalar que, dada la disminución de la producción, existen importantes áreas de olivar tradicional que no va a ser recolectados debido a los altos costes cosecha que suponen, lo cúal implica que almazaras más pequeñas no van a producir durante esta campaña.