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Bajo el lazo verde creado por Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, emblema de la defensa conjunta del sector por parte de la federación y las organizaciones agrarias, un grupo de olivareros “independientes” protagonizan paros, el 1 y 2 de diciembre, para exigir rentabilidad para el aceite de oliva. Lo hacen, principalmente, a las puertas de las cooperativas y, si bien, están en su completo derecho, desde la federación se lamenta profundamente el acoso y la actitud absolutamente denigrante que algunos de estos agricultores han adoptado contra consejeros y presidentes de cooperativas, a quienes están llegando cartas amenazantes de carácter anónimo.
Desde Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía no se entiende que la defensa de causas loables se haga mediante prácticas denunciables, que niegan la razón a quienes las llevan a cabo. Asimismo, desde la federación se recuerda que el modelo cooperativo es un modelo democrático y que existen los cauces adecuados para, a través del diálogo y el debate, los olivareros puedan exponer y defender sus argumentos en su cooperativa, a la que, que por otra parte, nadie les obliga a pertenecer.
En otro orden de cosas, desde Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía se quiere subrayar que el modelo cooperativo es el que más ha hecho en Andalucía y España por la concentración y defensa del sector olivarero, en el que agrupa a más del 70% de la producción, habiendo impulsado la venta de aceites envasados de la máxima calidad, los cuales crecen año a año y son reconocidos, con marcas propias, en todos los certámenes nacionales e internacionales.
La federación es la que históricamente lucha y sigue luchando por dotar de mecanismos de regulación al mercado del aceite de oliva y modificar los precios de desencadenamiento del almacenamiento privado, habiendo sido, además, las cooperativas las que mayoritariamente se presentaron a las licitaciones de 2019 y 2020, a fin de retirar producto y elevar los precios. Gracias al trabajo desarrollado por Cooperativas Agro-alimentarias junto al Ministerio de Agricultura, se ha logrado que Europa dé el visto bueno a la autorregulación obligatoria por aplicación del artículo 167 bis del reglamento de la OCM única, una normativa en la que se sigue trabajando junto al MAPA, a fin de que realmente sirva para el objetivo deseado, que es equilibrar el mercado del aceite, tan sensible a las producciones y vaivenes de precios.
Precisamente, y entre otros factores, gracias al trabajo de la Interprofesional de Aceite de Oliva y de las propias cooperativas y sus grupos, a modo individual, la campaña 2019-2020 ha concluido con datos históricos de venta de aceite oliva, habiéndose comercializado más de 1,62 millones de toneladas, todo ello a pesar del recorte en las ventas que se ha producido en el principal mercado extracomunitario, Estados Unidos, como consecuencia del 25% de aranceles impuestos a la exportación de aceite con origen España; un ataque, el del Gobierno de Trump, que ha tenido también en esta federación la respuesta más firme y contundente del sector.
En cuanto al tan manido mensaje “las cooperativas no quieren vender por encima de precios de coste”, desde Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía se recalca que esta afirmación es absolutamente falsa. Las cooperativas, como cualquier empresa, se guían por el principio de rentabilidad y siempre buscan el mayor beneficio para el producto y para los socios que, conviene recordar, son los dueños de las cooperativas.
En definitiva, desde la federación, quiere reafirmarse y defenderse a las cooperativas, al modelo empresarial que representan y a todos los consejos rectores, que están teniendo que afrontar unos años tan complicados, luchando ya no solo contra la realidad del mercado, sino también contra la sinrazón de quienes utilizan mecanismos ilegítimos, así como las redes sociales para soliviantar y generar enfrentamientos entre socios y entre habitantes de diferentes pueblos y comarcas.