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Hoy 8 de Marzo, es el Día Internacional de la Mujer, como señala la FAO, es un día para celebrar los logros sociales, económicos, culturales y políticos de la mujer, al mismo tiempo que hace un llamada a la acción para fortalecer la igualdad de género y acelerar el empoderamiento de la mujer.
Óleo se une a esta celebración contando con la opinición de tres mujeres pertenecientes al mundo del olivar, y cuya presencia e influencia se está dejando sentir en el sector. Trabajo, esfuerzo y creencia en todo lo que hacen y para quién lo hacen, es la base de su profesionalidad.
En está primera mesa de encuentro de hoy charlamos sobre la Mujer y su papel en el sector oleícola. Nuestras invitadas son Teresa Pérez Millán, directora gerente de la Organización Interprofesional del Aceite de Oliva Español, Soledad Román Herrera, gerente del Centro del Olivar y Aceite, y Alicia Vives Gutiérrez, directora de la Interprofesional del Aceite de Orujo de Oliva, ORIVA.
Cambios en la posición de la mujer en el mundo rural
Teresa Pérez Millán.- Este sector, el de los aceites de oliva, no está aislado del resto de la sociedad. También aquí hemos visto la revolución que supuso la paulatina incorporación de la mujer más allá de fuerza de trabajo, que era su papel tradicional en el pasado. Creo que todo el mundo tiene en la cabeza a mujeres al frente de algunas de las marcas más innovadoras de nuestro sector, pero también en centros de investigación, en departamentos de marketing, calidad, en paneles de cata etc. Es más, ya empieza a ser algo normal encontrar maestras de almazara, encargadas de fincas y otros puestos en los que ha costado algo más la adaptación.
Soledad Román Herrera.- Es cierto que en las últimas décadas se ha avanzado mucho al respecto, pero la desigualdad de género sigue condicionando la vida de las mujeres rurales, la falta de oportunidades laborales y la precariedad de los empleos existentes sigue siendo algunos de los principales problemas con los que se enfrentan las mujeres rurales. La mujer ha jugado un papel secundario en la agricultura y ausencia de reconocimiento, actualmente muchas siguen realizando una importante actividad en la empresa agraria familiar que las invisibiliza como trabajadoras, además de desempeñar el trabajo doméstico.
Alicia Vives Gutiérrez.- Sería injusto decir que no ha habido cambios. Se ha avanzado mucho, muchísimo, pero con el esfuerzo y el empuje de muchas mujeres que han abierto y han dejado mucho por el camino y a un ritmo más lento que en otros sectores, por la propia idiosincrasia del mundo rural en general y del sector oleícola en concreto. Ser mujer rural no ha sido tarea fácil; y ahora tampoco. Es curioso cómo la mujer está tan vinculada a la tierra, a la agricultura, al olivo y, sin embargo, ha tenido que estar en un segundo plano y con una visualización y reconocimiento cero. Ahora sí, estamos recuperando nuestro sitio, pero queda mucho por hacer y la equidad de género seguimos construyéndola día a día entre las mujeres y los hombres que creemos en la igualdad.
Aportación de la mujer al sector agro
Teresa Pérez Millán.- Creo que han aportado, hemos aportado, una mirada nueva, una forma distinta de afrontar los problemas. Todos esteremos de acuerdo en que este era un negocio reacio a los cambios, a menudo inmovilista. Si repasamos la historia de los últimos años, podemos comprobar que las mujeres han sido uno de los motores del cambio. Han impulsado nuevas empresas, nuevas formas de entender el negocio, de llegar al consumidor e, incluso de vestir nuestros aceites.
Soledad Román Herrera.- El liderazgo femenino en el sector oleícola, es cada vez más destacado. Aunque aún queda mucho camino por recorrer, pero cada vez hay más mujeres directivas y emprendedoras. La mujer pone mucha pasión y amor en su trabajo, tesón, creatividad, cooperación y empatía entre otras; tenemos formas diferentes de ver y gestionar las cosas. Aunque en las empresas por supuesto, tiene que primar el talento, y la igualdad de oportunidades a hombres y mujeres, ya que cada uno tiene sus propias potencialidades. La diversidad es un valor y creará una ventaja competitiva.
Alicia Vives Gutiérrez.- En el mundo de la comunicación agroalimentaria hay una gran presencia femenina, a diferencia de otras especialidades periodísticas. A lo largo de mi trayectoria he tenido la suerte de conocer y compartir experiencias con grandes profesionales, con mujeres extraordinarias, que, me atrevería a decir, han sentado las bases de esta especialización informativa, cubriendo la actualidad del sector o emprendiendo con éxito empresas periodísticas. Creo que es una excepción, pero está claro que en el sector de la comunicación agroalimentaria siempre ha habido muchas mujeres que han sido excelentes profesionales. Y, por cierto, ser mujer no te garantiza ser una buena profesional, eso también lo tengo claro.
Empresa agraria/Relevo generacional de la mujer
Teresa Pérez Millán.- Vosotros conocéis bien este mundo y veis como, poco a poco, las mujeres ganan peso en todos los escalafones del ámbito laboral. Es más, me gustaría destacar el sorprendente número de mujeres jóvenes que apuestan por este sector, muchas de ellas en el ámbito agronómico. Eso significa que hace tiempo que perdieron el miedo a dar el salto a ámbitos de la actividad que, no hace muchas décadas, eran terreno exclusivo de los hombres.
Soledad Román Herrera.- Es una realidad que el relevo generacional se está frenando, los jóvenes prefieren dejar las zonas rurales hacia zonas urbanas en busca de empleo en otros sectores económicos y otros optan por seguir estudiando fuera en busca de un futuro laboral. Si es verdad, que también la actividad agraria se está profesionalizando, a través del trabajo femenino por mujeres valientes que dirigen y trabajan sus propias explotaciones agrarias.
Alicia Vives Gutiérrez.- Hay muchas empresas familiares, donde el peso de la mujer en la práctica es muy alto, pero oficialmente se sigue manteniendo en un segundo plano. Sigo viendo cierto paternalismo, y en algunos casos, machismo puro. Pero, poco a poco, y con las nuevas generaciones, se va avanzando. Quiero ser positiva en este tema ya que creo que depende también mucho del tipo de empresa y empresario. Lo que está claro, es que la modernización que ha experimentado el campo en los últimos años ha favorecido la incorporación de mujeres muy preparadas y también hay mucha más sensibilización en las empresas sobre las ventajas de equipos inclusivos.
Estrategias para reforzar la presencia femenina en los órganos de gobierno de las empresas agrarias
Teresa Pérez Millán.- Efectivamente, hay que huir de triunfalismos. La sociedad, en su conjunto, se mueve en la buena dirección. Una sociedad que ya no pregunta a un candidato a un puesto si es hombre o mujer, sino si está cualificado para desempeñar una tarea. Y si algo hemos demostrado las mujeres españolas en estos años es que estamos muy, muy preparadas. Lo demostramos a diario. Lo que hay que pedir a los que toman decisiones, sean hombre o mujeres, es que se rijan por criterios técnicos y no de género, a la hora de seleccionar y remunerar el trabajo desempeñado en puestos de responsabilidad. Ese será el verdadero punto de inflexión. Pero aún queda mucho camino por recorrer.
Soledad Román Herrera.- Actualmente el arraigo de los roles de género en el medio rural todavía influye en la escasa participación y representación de las mujeres en puestos de responsabilidad de consejos rectores de cooperativas, almazaras, organizaciones agrarias, etc. Hay que fomentar la paridad que garantice la participación y representación igualitaria de varones y mujeres, a través de Planes de Igualdad. Promover planes de formación en gestión empresarial, liderazgo y autoestima para las mujeres del medio rural.
Alicia Vives Gutiérrez.- Creo que esos cambios se producirán de forma natural si la sociedad va modificando sus comportamientos; asumiendo siempre que hay mucho que trabajar en este ámbito... La esfera laboral no es un reino de Taifas; ella es el reflejo de lo qué es una sociedad, con sus virtudes y defectos. Por ello, cuanto más igualitaria sea una sociedad más igualitarias serán sus empresas, sus gobiernos, sus policías, sus profesores, sus taxistas, sus banqueros… Esto va de vasos comunicantes, no de tarros herméticos.
El papel de los hombres en el proceso de cambio
Teresa Pérez Millán.- A mí me gustaría que, al hablar del sector, de los que trabajan en él, no tuviéramos que referirnos a hombre o mujeres, sino sólo a profesionales. Como persona al frente de una Organización como la Interprofesional no me preocupa si los equipos que desarrollan nuestras campañas de promoción o los proyectos de I+D+i están compuestos mayoritariamente por hombres o por mujeres. Tan sólo quiero saber si están integrados por profesionales competentes y responden a lo que se les pide y cubren las expectativas de los que se espera de ellos. Nada más. Y lo cierto es que la mayoría de los hombres con los que trabajo piensan igual que yo. Creo que vamos por el buen camino. No dejemos de avanzar hacia una verdadera igualdad de oportunidades para la mujer.
Soledad Román Herrera.- En general, los hombres están comprometidos apoyando una sociedad más justa para ambos sexos, libre de prejuicios de género y en la que el reparto de las responsabilidades en la vida laboral y familiar, trabajo remunerado y la participación social sea equitativo. Por otra parte, se aprecia en jóvenes adolescentes cierto machismo, lo que es importante educar en igualdad, desde las edades más tempranas. Es necesario promover políticas de corresponsabilidad, es decir, reparto equilibrado de tareas laborales, domésticas y familiares entre varones y mujeres, y eliminar la distribución desigual e injusta de los roles de género asignados a uno y otro sexo.
Alicia Vives Gutiérrez.- La igualdad se construye trabajando todos juntos; los hombres no pueden quedarse al margen ni ser criminalizados. Esto se construye unidos. Las trincheras no son buenas desde mi punto de vista. Creo que hay invertir (tiempo y recursos) en educación en igualdad desde la infancia. Estamos viendo determinados comportamientos en gente muy joven que nos llevan a una involución; ahí es donde hay que tener mucho cuidado y sensibilización. Como en la mayoría de las ocasiones, el único camino es la educación; la preparación y el conocimiento como los mejores bastiones de la igualdad. Al final, la igualdad, son hechos y acciones y no buenas palabras.