Revista
La campaña de recogida de aceituna en Navarra comenzó a mediados de octubre, pero en estas últimas semanas es cuando se han generalizado los trabajos de recolección en las almazaras acogidas a la DOP Aceite de Navarra, y se prevé que concluyan a finales de diciembre.
Este año, la temporada viene marcada por las pocas lluvias de la primavera y, sobre todo, por su ausencia en verano, que ha afectado especialmente a la variedad arróniz cultivada en fincas de secano. Estas circunstancias han dado como resultado que el fruto sea más pequeño, obteniéndose, como consecuencia, un rendimiento menor. Otras variedades, como la arbequina, se encuentran en su mayoría en parcelas de regadío, por lo que no han acusado la sequía del verano. En general, un factor positivo de la presente campaña es que el rendimiento graso es superior en dos o tres puntos al valor del pasado año, y que las primeras olivas recogidas han producido AOVES de mucha calidad y con aromas verdes, frutados y equilibrados. Si se mantienen las condiciones actuales y continúa el buen ritmo de recolección, se augura una campaña sensiblemente menor en cantidad de aceituna, pero de gran calidad, por el óptimo estado del fruto a su llegada a la almazara.
Navarra es el punto más septentrional de Europa donde se elabora Aceite de Oliva Virgen Extra, y la historia del aceite en la Comunidad foral se remonta más de 2.000 años. El olivo llegó con los mercantes fenicios a la península ibérica, la dominación romana expandió el olivar y generalizó el uso del aceite y los árabes perfeccionaron las técnicas del cultivo de olivo y su elaboración. El Aceite de Oliva Virgen Extra es zumo de aceituna, extraído por procedimientos mecánicos y es el paradigma de la calidad. El aceite de oliva virgen extra (AOVE) es la base de la dieta mediterránea y fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco en 2010.
El sector navarro de aceite de oliva
En la actualidad, forman parte de la DOP Aceite de Navarra, siete almazaras, que atesoran el legado de la tradición olivarera local, unida al esfuerzo, trabajo y tecnología que hacen del AOVE de Navarra un zumo reconocido por su calidad con numerosos galardones.
De norte a sur, se encuentran las almazaras Nekeas, Trujal Mendía, Aceites La Maja, La Casa del Aceite, Almazara del Ebro, Trujal de La Ribera y Aceites Artajo, responsables de la elaboración de los AOVES con DOP Aceite de Navarra para la presente campaña.
Según el equipo de asesoramiento agrícola de INTIA, las primeras olivas en recolectarse, han dado aceites de muchísima calidad, con aromas verdes y mucho frutado. La mayoría han sido de arbequina. Por otra parte, el cuajado de las diferentes variedades de aceituna, se comportó como un año medio, excepto en arróniz que cuajó incluso un poco mejor que el año pasado (que fue casi de record) y la arbequina, algo peor que pasados años.
Control y certificación del INTIA
Los equipos de Control y de Certificación de INTIA han comenzado ya con las tareas de control y certificación en el período de recolección de aceituna, que se inició con la variedad arbequina a finales de octubre.
Estos equipos, se encargan además de comprobar que en todo el proceso no se produzca la mezcla con otras aceitunas o aceites no aptos para la Denominación de Origen Protegida, y que todo el proceso esté debidamente documentado. Para ello se realizan un mínimo de 3 inspecciones por campaña en cada una de las 7 almazaras de Navarra inscritas en la D.O.P.
DOP Aceite de Navarra
La Denominación de Origen Protegida Aceite de Navarra, trabaja desde 2007 para garantizar la máxima calidad y trazabilidad del aceite distinguido con su marca. Su zona de producción comprende 135 municipios del sur de Navarra, un territorio con clara influencia mediterránea. La variedad Arróniz es la variedad autóctona, y para llevar la contraetiqueta de la DOP Aceite de Navarra, el AOVE debe llevar un porcentaje superior al 10% de esta variedad en los coupage. Junto con ella, el Pliego de Condiciones permite la utilización de otras dos variedades: empeltre y arbequina.
Desde el punto de vista organoléptico, es un aceite equilibrado, con un amargo y un picante característico, con un frutado de medio a intenso y notas verdes.