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Segunda parte de este encuentro que desde el equipo de Óleo hemos organizado hoy, 8 de Marzo, donde contamos con la presencia de dos mujeres que se encuentran vinculadas al trabajo investigación, innovación y formación en organizaciones con una importante presencia femenina. Conversamos con Adoración Mozas Moral, profesora de Organización de Empresas de la UJA y Auxiliadora Vecina, directora de Innovación de Ecovalia. Ambas nos ofrecen su punto de vista sobre ellas mismas, y sobre la proyección del mujer en el sector en la actualidad.
La posición de la mujer en el mundo agro-alimentario
Adoración Mozas.- Los cambios no los he advertido en un solo año. Desde que yo empecé a trabajar e investigar en el sector agroalimentario, allá donde me presentaba, sólo veía a hombres en todos los eventos. Afortunadamente, las mujeres han entrado con fuerza en el sector y se está asumiendo que los hombres y las mujeres pueden investigar y estar en órganos de gestión en igualdad. Con afirma Cooperativas Agroalimentarias de Andalucía, “la mujer históricamente ha sido una pieza fundamental de la agricultura y la ganadería andaluzas. Si bien ha participado en las labores agrarias igual que el hombre, en el plano empresarial tradicionalmente ha estado en un segundo plano. Con los cambios sociales, la realidad de la mujer ha ido cambiando”. En el sector agrario, es decir en el campo, las mujeres y los hombres siempre han trabajado a la par. Sin embargo, lo que empodera a la mujer en la gestión y representación es la formación para que se sientan en igualdad de condiciones, por lo que habría que seguir haciendo esfuerzos importantes para ello. En cualquier caso, las nuevas generaciones vienen apostando fuerte. En la Universidad hay más alumnas que alumnos y la situación no tendrá más remedio que cambiar en todos los sectores en los próximos años.
Auxiliadora Vecina.- Efectivamente hay cambios en cuanto a la posición de la mujer, pero considero que no son tan inmediatos, ni tan destacados en el mundo rural como en otros sectores. Probablemente por la propia idiosincrasia del mundo rural, donde resulta más complejo introducir cambios. No obstante, me ilusiona comprobar cada día que en el sector de la producción ecológica se presenta un paradigma distinto. Las personas profesionales del sector ecológico suelen estar más abiertas a la innovación y el papel de la mujer cobra una posición más destacada.
Aportación de la mujer al sector del olivar
Adoración Mozas.- No considero que las mujeres investigadoras hagamos aportaciones diferentes a los investigadores hombres. Además, hay que advertir que la investigación se hace, fundamentalmente, en grupos de investigación, compuestos por hombres y mujeres con lo que no considero que haya diferencias. Lo que sí se advierte es que cada vez somos más las investigadoras que lideramos grupos de investigación y eso se está visibilizando.
Auxiliadora Vecina.- Aunque históricamente la aportación de la mujer en el mundo rural ha sido invisible -hecho especialmente destacable en el manejo de las fincas familiares, donde la participación de la mujer ha sido vital pero no reconocida- afortunadamente el panorama está cambiando. Quizás, precisamente, porque la mujer siempre ha estado vinculada a una serie de valores denominados “femeninos”, como son el cuidado de la familia y también de la naturaleza, hace que hoy día la mujer rural tenga una mirada distinta sobre cómo gestionar una finca o una almazara.
Esta sensibilidad hacia sistemas de producción respetuosos con el medio ambiente, donde se entiende la necesidad de respetar los ritmos propios de la naturaleza y donde se reconoce el valor de conseguir alimentos saludables para todos…, hace que la participación de la mujer en el sector de la producción ecológica sea mayor que en otros sistemas productivos y que contemos con mujeres líderes que ocupan puestos de responsabilidad en el sector de la producción ecológica y, en concreto del olivar, que han demostrado sobradamente su valía.
Referentes femeninos
Adoración Mozas.- Estamos terminando un libro sobre mujer y cooperativismo y las mujeres entrevistadas decían que en su tiempo ya había referencias de mujeres pero que había varios elementos que impedían su libertad en la gestión empresarial o en otros ámbitos lo que ellas denominan “trabajar fuera de casa”. Hay que decir en primer lugar, que fue en 1975 cuando se derogó algunos artículos del código civil y del código de Comercio sobre la situación jurídica de la mujer casada y los derechos y deberes de los cónyuges, donde anteriormente la mujer, era considerada como una menor de edad, pasando de la tutela del padre a la del marido; de tal manera que, por ejemplo, no podían ni abrir una cuenta corriente sin consentimiento de uno o de otro y menos representar a una empresa. La falta de formación, la falta de apoyo institucional a la mujer, así como la presión social eran otras causas que se apuntaban como barreras para que muchas mujeres destacaran. Pero afortunadamente, las barreras se están salvando y las mujeres referentes son ya muchas y las asociaciones representativas están ayudando a mujeres jóvenes a introducirse en el sector agrario y a ocupar puestos de gestión en las mismas.
Auxiliadora Vecina.- Indudablemente. El mundo rural es una opción de vida y de oportunidad laboral para las mujeres. Prueba de ello son los muchos referentes femeninos con los que contamos y los que están por venir.
Numerosos son los ejemplos de mujeres formadas y con capacitación que eligen el mundo rural para ejercer su labor profesional. Sin ir más lejos, sirva de ejemplo nuestra vicepresidenta, Carmen Román Reche. Además, me gustaría destacar que, en el equipo de Ecovalia, el 73% somos mujeres y el 63% ocupamos puestos de responsabilidad.
Estrategias para incrementar la presencia femenina en los órganos de gobierno
Adoración Mozas.- Para mí, lo fundamental es la formación. Cualquier mujer formada puede exigir igualdad de condiciones. Las personas reconocen que la formación es lo que mueve a las empresas a innovar, a internacionalizarse, y a ser más competitiva. Por tanto, si son las mujeres las que consiguen esa formación irán encontrando ese reconocimiento. Además está la normativa vigente que, obliga a las empresas a dar oportunidades a la mujer. Por tanto, ahora se dan las condiciones para que se visualice y se reconozca el trabajo de las mujeres.
Auxiliadora Vecina.- Como todos sabemos, los graves problemas ambientales (cambio climático, pérdida de biodiversidad, erosión de los suelos…) son incuestionables. Por eso, la propia Comisión Europea ha visto la necesidad de convertir a Europa en el primer continente climáticamente neutro en 2050, y para ello, el Pacto Verde Europeo y sus estrategias, han puesto en el centro de la mesa a la producción ecológica como modelo de la agricultura sostenible del futuro.
Pues bien, del mismo modo que se ha entendido que existe otro modo de producir que responde a los problemas que nos afectan a todos y que por tanto debe potenciarse, debe llegar el momento donde se entienda la necesidad real de contar con una visión distinta de hacer las cosas, ya sea en la gestión de una cooperativa o dirigiendo una almazara. Las mujeres con esta inquietud deberían poder tener las mismas oportunidades de acceso a puestos de dirección que sus homólogos, y permitírseles afrontar esta responsabilidad desde su propia visión de gestionar una empresa. Trabajar los problemas con otra mirada nos permitirá acceder a nuevas oportunidades.
Emprendedoras o intraemprendedoras
Adoración Mozas.- En el ámbito agrario en sus propias instalaciones son emprendedoras. Eso no quiere decir que en las instituciones de representación o en las empresas en las que se asocien (por ejemplo en el consejo rector de una cooperativa) no asuman el rol de intraemprendedoras, puesto que, en ese caso, pueden influir para aportar conocimientos y mejorar productos, procesos e innovar, como lo haría cualquier hombre. Pero las mujeres que son empleadas de empresas y estructuras de representación agrarias también pueden adoptar el rol de intraemprendedoras. En realidad, aquéllos y aquéllas que quieran ser útiles y aportar su conocimiento a la institución eficazmente son intraemprendedores y las mujeres, por tanto, lo pueden ser en todos los ámbitos y sectores.
Auxiliadora Vecina.- Mas allá de trabajar para su propia empresa o para una tercera, debemos reconocer el valor del papel emprendedor que juega la mujer en el medio rural.
Las mujeres somos parte del mundo rural de hoy día, pero no solo somos parte del cambio que se ha producido, sino que somos parte activa y promovemos el cambio. Por ello, somos responsables y conscientes de la necesidad de innovar, de pensar más allá, de que siempre podemos mejorar las cosas, de hacerlas más operativas, de pensar en qué necesita nuestro cliente, en cómo mejorar nuestro producto… Las empresas deben subsistir en un mundo cambiante, por eso debemos aprender a ser resilientes, a usar las nuevas herramientas tecnológicas, a abrir nuevos mercados, a revisar lo que hacemos… Todos estos son valores propios de las personas emprendedoras e intraemprendedoras.