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El lunes 27 la Organización Europea de Jóvenes Agricultores (Ceja) organizó un taller dedicado a la cooperación de los jóvenes agricultores en el sector, al cual acudió Cooperativas Agro-alimentarias a exponer el papel de las cooperativas ante el reto del relevo generacional. Lo hizo en una mesa redonda en la que también participaron Cogeca, Dgagri, y asociaciones cooperativistas de Irlanda (Icos) y Lituania.
Juan Corbalán director de la oficina en Bruselas de Cooperativas Agro-alimentarias, ha destacado el papel crucial de las cooperativas como motor económico de las zonas rurales, puesto que, al contrario que otras empresas de otros sectores, no se deslocalizan en busca de bajos costes, y ha animado a los jóvenes a integrarse en ellas para trabajar conjuntamente y ser más fuertes en el mercado, "los agricultores tienen dos opciones: ser meros proveedores de materia prima barata para intermediarios que captan el valor añadido de sus producciones, o formar parte de la cadena alimentaria en todos sus eslabones, trabajando juntos, cooperando, cediendo competencias individuales para hacer frente como colectivo a los retos comunes".
Corbalán destacó, además, los valores cooperativistas como el control democrático, la independencia, la formación o el apoyo a las comunidades donde opera, lo que supone un valor añadido para la sociedad. De cara al futuro, subrayó que las cooperativas deben trabajar para que estén reconocidas en la PAC y para que el marco regulatorio de la OPs las fomente a través de incentivos para invertir en calidad y exportación. Los miembros del Ceja, por su parte, respondieron que el reto es "mejorar la gobernanza de las cooperativas cuando alcanzan un determinado tamaño, y hacer que los jóvenes se sientan implicados en las mismas".
España está entre los países de la UE con peor tasa de relevo en el campo, debido, fundamentalmente, al creciente problema del despoblamiento rural.