Revista
Hoy se ha presentado en Madrid, las conclusiones del estudio llevado a cabo dentro del proyecto LIFE Olivares Vivos, coordinado por SEO/BirdLife. En el cúal indican que a pesar de que el olivar ha perdido buena parte su biodiversidad en las últimas décadas, aún alberga en su conjunto una notable diversidad de flora y fauna; y quizá lo más importante, tiene un gran potencial para recuperarla. Dicho estudio ha contado con la participación de un equipo de investigadores de Universidad de Jaén y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Se han evaluado la biodiversidad en 40 olivares de Andalucía, que nos referencian unas cifras muy reveladoras: se han localizado 165 especies de aves de 119 géneros diferentes, lo que supone la cuarta parte del total de las documentadas en la península Ibérica. En cuanto a invertebrados, se han detectado 58 especies de hormigas (una quinta parte de las que habitan la Península e islas Baleares), así como 119 insectos polinizadores. En lo relativo a la flora, se han censado 549 especies de plantas herbáceas y 137 de leñosas (aproximadamente, el 17% de la flora vascular andaluza y el 7% de la ibérica).
Una de las sorpresas que ha deparado el mayor estudio sobre la biodiversidad del olivar que se ha hecho en el mundo, ha sido la descripción de una especie botánica hasta ahora totalmente desconocida, designada como Linaria qartobensis, y localizada en uno de los olivares demostrativos situados en la campiña cordobesa. Hasta ahora, tan sólo ha sido descrita una población que incluye unos 2.000 individuos a lo largo de algo más de 2 km2. Puede ser considerada, en definitiva, como una especie endémica del sur de la península Ibérica y una joya botánica de la flora andaluza descubierta gracias al proyecto Life Olivares Vivos y a la colaboración del profesor Gabriel Blanca, de la Universidad de Granada, y a su equipo.
El contrapunto en esta alta biodiversidad detectada en el conjunto de los olivares estudiados, son las grandes diferencias existentes entre ellos. La riqueza en cualquiera de estos grupos de especies no es homogénea entre olivares, sino que varía sustancialmente en función del manejo de las cubiertas y del grado de simplificación del paisaje. El resultado de la combinación de ambos efectos es la pérdida en promedio de más del 30% de las especies en cada uno de estos grupos (esto es, 1 de cada 3 especies) en olivares con manejo intensivo de las cubiertas herbáceas y situados en paisajes simples en comparación con olivares en paisajes complejos y con cubiertas herbáceas. De hecho, la diversidad total de los principales grupos estudiados (aves, hormigas y plantas herbáceas) varía en los olivares prospectados entre 135 y 253 especies. Asimismo, funciones ecológicas como la polinización de las plantas con flores por insectos polinizadores – una gran preocupación global por la crisis de polinizadores y su repercusión sobre la sostenibilidad de la producción agrícola- se ve también disminuida en paisajes de olivar extremadamente homogéneos o en olivares con agricultura convencional frente a agricultura ecológica. Esto quiere decir que, aunque cualquier olivar puede incrementar su biodiversidad, en determinados contextos de paisaje, aparte de trabajar con la cubierta herbácea, cobra especial interés la restauración de zonas improductivas o la puesta en marcha de actuaciones específicas dirigidas a determinados grupos de especies de flora y fauna, unas medidas que se están ejecutando y evaluando en el LIFE Olivares Vivos.
La biodiversidad presta servicios ecosistémicos (fertilidad del suelo, control de la erosión, de plagas y enfermedades) que de por sí mejoran la rentabilidad del olivar, pero además, puede incrementar el valor añadido de su producción y generar servicios ambientales que deberían ser reconocidos y valorados en las políticas agrarias.