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Según el último informe de Crédito y Caución, se anticipa que la producción y las ventas mundiales del sector alimentación experimentarán un crecimiento superior al 3% tanto en 2025 como en 2026. Este incremento estará impulsado por factores como la evolución de la inflación, el aumento de los salarios reales y la relajación monetaria.
Presión de los precios
A pesar de que los precios de los productos alimentarios básicos han disminuido recientemente debido a una mayor producción y condiciones meteorológicas favorables, aún se mantienen por encima de los niveles anteriores a la invasión rusa de Ucrania en 2022. Se prevé que esta tendencia continúe en los próximos años, aunque existen riesgos a la baja, como condiciones climáticas adversas o posibles tensiones comerciales entre Estados Unidos y otras naciones, que podrían afectar las cadenas de suministro y alterar la trayectoria de los precios.
Márgenes estrechos
El sector alimentario se beneficia de una demanda inelástica debido a la naturaleza esencial de sus productos y del crecimiento en mercados emergentes, donde el aumento de la renta disponible lleva a los consumidores a optar por bienes de mayor valor añadido. Sin embargo, enfrenta desafíos significativos, como márgenes de beneficio estrechos que incrementan los riesgos de crédito, la imprevisibilidad de las condiciones meteorológicas y la necesidad de inversiones en sostenibilidad, incluyendo energías limpias, reducción de residuos y mejoras en el envasado.
Crecimiento europeo
En el contexto europeo, tras un incremento del 0,4% en 2024, se anticipa que las ventas en el sector alimentario crezcan un 0,1% en 2025 y un 0,7% en 2026. Aunque la disminución de la inflación y la reducción de los tipos de interés deberían favorecer este crecimiento, los precios de los alimentos se mantienen por encima de los niveles de 2019 debido al aumento de los costes de energía, transporte, mano de obra y financiación.
En muchos mercados europeos, las empresas productoras y transformadoras de alimentos operan con márgenes estrechos y enfrentan una competencia feroz. Los consumidores son altamente sensibles a los precios, y los grandes minoristas y tiendas de descuento poseen un fuerte poder de negociación. Aunque los productos de alta calidad, ecológicos y artesanales están ganando popularidad, estos segmentos también enfrentan desafíos relacionados con la inflación y el poder adquisitivo de los hogares.