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El pasado miércoles 2 de octubre, más de 200 profesionales del sector oleícola se reunieron en Les Borges Blanques para participar en el Fórum del Aceite Virgen Extra de Cataluña (FOOVE). En este encuentro, se analizaron los retos y oportunidades del aceite de oliva catalán a través de cuatro mesas redondas que abordaron temas clave como la producción, la gastronomía, la salud y la comercialización.
Uno de los momentos más destacados fue la intervención de Rosalba Arrufat, responsable del sector del aceite de oliva en Prodeca, quien subrayó la importancia de aumentar el valor del aceite de oliva y fomentar su consumo.
Un sector en expansión internacional
Arrufat destacó el fuerte carácter exportador del sector en Cataluña, donde el 99% de las empresas son PYMEs. En 2023, las exportaciones alcanzaron los 600 millones de euros y, en lo que va de 2024, ya han superado los 630 millones. Estos datos reflejan el creciente éxito del aceite de oliva catalán en mercados internacionales como Estados Unidos, Italia, Francia y Reino Unido, países con alto poder adquisitivo.
El aceite de oliva catalán se distribuye en más de 160 países, con Italia como principal destino, concentrando el 28,2% del total de las ventas. El 81% del volumen exportado se centra en los diez principales mercados internacionales, demostrando el enfoque estratégico del sector.
Potenciar el valor del aceite de oliva catalán
Durante su participación en la mesa redonda "Distribuir", moderada por Lluis Bofill, Arrufat compartió escenario con expertos de diversos campos, entre ellos periodistas, economistas y especialistas en alimentación, como Tana Collados de TV3 y Ferran Casas de Nación Digital. En este espacio, Arrufat señaló que el sector oleícola español debe buscar una mayor orientación hacia el mercado, resaltando los atributos que diferencian al aceite de oliva catalán y lo posicionan en mercados premium.
En un contexto de globalización y competencia, la clave está en comunicar mejor los valores del aceite de oliva, anclando el relato en un imaginario positivo que resalte las singularidades del producto y el patrimonio cultural de Cataluña. Además, la distinción de Cataluña como Región Mundial de la Gastronomía 2025 abre una oportunidad para promocionar el aceite de oliva como un emblema de nuestra cultura gastronómica.
Entre las conclusiones del FOOVE 2024, los participantes coincidieron en que el aceite de oliva catalán tiene un enorme potencial de crecimiento, pero es crucial elaborar un relato vencedor que impulse su posicionamiento a nivel global. La diversificación geográfica de las ventas y la capacidad de llegar a mercados de alto poder adquisitivo sitúan a Cataluña en una posición estratégica frente a otros competidores.