Revista
El pasado 6 y 7 de marzo, gracias al Centro de Interpretación de Olivar y Aceite de Úbeda, Agromillora Group y Pieralisi, tuve la oportunidad de visitar la zona del Alentejo Portugués, en un encuentro entre productores de olivar portugués y español. Este ha sido mi cuarto viaje a esta región en los últimos tres años. La primera vez que la exploré, la catalogué como un “Viaje al futuro” en términos de agronomía.
Al adentrarme por la carretera hacia el Alentejo, se desplegaba ante mí una extensa alfombra de olivar a ambos lados. Mayormente conformado por un olivar joven en seto, con un marco de plantación de más de 1.500 plantas por hectárea, destacando las variedades arbosana y arbequina. Un total de 26 almazaras ultramodernas procesan la aceituna de la región, produciendo aproximadamente 150,000 toneladas de aceite de oliva, siendo el 95 % de calidad virgen extra.
Hoy en día, el Alentejo contribuye con más del 90 % de la producción total de aceite portugués, beneficiándose del riego proporcionado por el embalse más grande de Europa, el Alqueva. Este embalse tiene la capacidad de almacenar 4,150 millones de metros cúbicos de agua y se extiende a lo largo de 83 km desde la presa hasta la cola. Con asignaciones que superan los 3,000 metros cúbicos por hectárea y una pluviometría media de 500 a 700 litros por metro cuadrado, la región ha experimentado un notable crecimiento del 311 % en la producción de aceite de oliva en los últimos 20 años.
Durante nuestro viaje, comenzamos visitando el centro de trabajo de Agromillora en Extremadura, un impresionante vivero dedicado a la reproducción de plantas de olivo de diversas variedades mejoradas genéticamente, como Coriana, Lecciana, I-15, Arbosana, Arbequina, Skitita, entre otras. Cada hectárea de este vivero tiene la capacidad de replicar un millón de plantas en cada proceso de reproducción. En 2023, comercializaron más de 20 millones de plantas de olivo, aproximadamente un tercio de la totalidad del olivar en Jaén.
Nos presentaron los resultados de las mejoras genéticas en las nuevas variedades, que están generando una auténtica revolución en el ámbito agronómico. Aunque no existe una variedad perfecta, Agromillora ha desarrollado opciones para adaptarse a las diversas características agronómicas y climáticas de cada finca. Una de las variedades que destacó fue la Lecciana, vigorosa y con excelentes resultados en cultivo en secano. Probamos su aceite de oliva virgen extra, caracterizado por un frutado intenso en nariz y complejidad en boca.
En la noche del primer día, participamos en un encuentro con productores portugueses, intercambiando opiniones, experiencias y conocimientos. Mi conclusión fue que “en todas las casas se cuecen habas” y que a pesar de las virtudes de la región del Alentejo, también se enfrenta desafíos no presentes en Jaén, como la presencia de aceituna jabonosa, repilo, escasez de orujeras y envasadores. Además, los aceites de variedades como arbequina y arbosana tienen niveles más bajos de polifenoles, lo que los hace menos estables que los picuales de Jaén.
Al día siguiente, visitamos la moderna almazara Casa de Relvas en Vidigueira, con instalaciones preparadas para moler más de 20,000 toneladas de aceituna anualmente, mostrando un crecimiento constante.
En resumen, este viaje destacó la importancia de conocer nuestro entorno, estar al tanto de las innovaciones y tecnologías, y comprender un sector a nivel mundial. Aunque España lidera la producción de aceite de oliva a nivel mundial con un 40 %, Portugal, con una agricultura revolucionaria, lidera en productividad por hectárea. Sin embargo, su industria aún se encuentra en desarrollo y maduración.
En este contexto, para el futuro del olivar, España puede aprender de los marcos de plantación productivos, la gestión eficiente y la inversión en distribución de agua. El futuro nos presenta el desafío de alimentar a una población en crecimiento, mientras la mano de obra agrícola disminuye. El aceite de oliva, la mejor grasa del mundo, está destinado a enfrentar nuevos retos con un gran futuro, y ello requerirá un esfuerzo y trabajo constante.