Revista
La consejera de Agricultura de Castilla-La Mancha, María Luisa Soriano, se ha reunido con la Unión de Uniones de Castilla-La Mancha para, entre otros asuntos, hacerles partícipes de los trabajos de definición de la reforma de la PAC y los intereses regionales en la misma. La Unión de Uniones ha valorado positivamente el escenario de diálogo desde el que la Consejería ha abordado este asunto.
La Unión de Uniones ha reconocido que se partía de una propuesta original de perspectivas económicas muy negativas, pero la delegación española ha obtenido un paquete financiero satisfactorio. Según Jorge Rodríguez, secretario general de la Unión de Uniones, “ahora es el momento de usarlo bien aprovechando al máximo lo que de bueno tenga la reforma”.
En este sentido, la organización señala que los acuerdos alcanzados permiten a los Estados miembros concentrar las ayudas en los agricultores activos, establecer topes máximos por explotación, asignar derechos a las tierras que formen parte realmente del ciclo de producción, establecer ayudas directas específicas a los jóvenes agricultores y ganaderos y ayudas acopladas a determinadas explotaciones para sostener su viabilidad económica.
No obstante, la Unión de Uniones también ha trasladado a la consejera sus reservas respecto de algunos de los mecanismos que se están estudiando, como el sistema de comarcalización de las ayudas. Dicho sistema limita la convergencia de ayudas y el trasvase de fondos entre regiones, sectores y productores pero, por la misma razón, perpetúa los actuales desequilibrios y agravios comparativos.