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Un total de nueve investigadores del Instituto de Protección Fitosanitaria de Bari y el jefe de los servicios regionales del Ministerio italiano de Agricultura han sido acusados formalmente por la fiscal de Lecce, Elsa Valeria Mignone, de introducir la bacteria Xylella fastidiosa en su país. Según hemos podido conocer a través de una información publicada por la gaceta La Celosía, a los investigadores se les responsabiliza de la llegada de la bacteria a la localidad italiana de Puglia, en octubre de 2013, donde fue oficialmente detectada la plaga que mata a los olivos. Las mismas fuentes señalan que entre los cargos presentados por la fiscal figura “la difusión de una enfermedad de las plantas, la presentación de información falsa, la contaminación ambiental y la destrucción de notables paisajes”, según destaca la publicación francesa SciencesetAvenir.
La introducción de la bacteria podría haber tenido lugar en el año 2010 durante un taller interno en el Instituto de Protección Fitosanitaria. Según las investigaciones del Tribunal de Lecce, los investigadores, “de forma accidental o deliberada”, introdujeron en el medio natural una cepa de Xylella que previamente habían importado de Costa Rica para su análisis.
Se trata de una acusación que en principio fue negada por el director del Instituto, Donato Boscia, alegando que la cepa estudiada por el laboratorio era diferente, en concreto la X.pauca, una subespecie de la anterior, hallada en los olivos de Apulia. Sin embargo, esta tesis ha sido avalada por asociaciones locales y ONG ambientales.
Por su parte, la fiscal de Lecce, Elsa Valeria Mignone, señaló que “el Instituto goza de absoluta inmunidad judicial”, y se mostró sorprendida de que Xylella fuera citada en un informe sobre las actividades de la mafia en el sector agrícola.