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Si en 2014 eran 164 los países consumidores de aceite de oliva, a lo largo de 2015 esta lista sumaba cinco más, de modo que el año finalizaba con un total de 169 países consumidores de aceite de oliva. Así lo certifica un estudio elaborado por GEA Iberia, que indica que los países productores se mantienen en 47. Este informe también revela que el consumo de aceite de oliva a nivel internacional se ha elevado un 6,4% en la última década, mientras que la producción se ha incrementado en un 3,3% en el mismo periodo, según tendencia por decenas comparadas.
Según este estudio, más del 80% de todo el aceite de oliva se consume en países productores, aunque hay países no productores como Reino Unido, Alemania, Canadá y Rusia que acumulan el 6% del consumo total. “Estados Unidos es una importante referencia, ya que supone el mayor consumidor de aceite de oliva fuera del ámbito mediterráneo, con un 10% del total, y crecimientos sostenidos en los últimos años del 22%”, explica Juan Vilar vicepresidente ejecutivo de GEA Iberia.
En cuanto a las tendencias internacionales, en la última década se han producido incrementos de la demanda muy significativos en naciones como Rusia, Arabia Saudí, Japón o China, que llegan a alcanzar cifras del 200%. De esta forma, los principales países productores como España, Grecia y Túnez, cuyos excedentes medios al consumo interno superan el millón de toneladas, tienen mercados cada vez más amplios para exportar. En este sentido, Vilar señala que Portugal es el país que más ha incrementado su producción porcentual de forma sostenida en los últimos diez años, casi un 75%.
El vicepresidente de GEA Iberia indica que, para determinar la política estratégica de toda empresa oleícola “resulta vital determinar la orientación geográfica del mercado objetivo, así como, el product mix o rango de producto abordado”.