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La Organización Interprofesional de la Aceituna de Mesa, Interaceituna, ha presentado un segundo avance de aforo de producción de aceituna de mesa de la campaña 2016, en el que indica que hay dos aspectos a considerar de cara a la futura cosecha en la presente campaña y que pueden tener una influencia considerable: la climatología y la vecería.
En lo referente a la climatología, consideran que estamos en una fecha bastante crítica que marcará en gran medida el porcentaje de aceitunas potencialmente verdeables al inicio de la nueva cosecha. En este sentido resaltan que “tras unas tardías pero abundantes precipitaciones recogidas en la primera quincena del mes de mayo, que fijaron los frutos y favorecieron la emisión de nuevas medidas para la próxima campaña, no ha tenido lugar ninguna precipitación ni tormenta de relevancia”. Además, añaden que “desde entonces el clima ha sido extremadamente caluroso y seco, propiciado por los fuertes y continuos vientos de levante, que han estado presentes de manera sostenida y que han mermado la evolución fenológica de los frutos”.
De esta forma encontramos en la actualidad una arboleda con suficientes frutos, mayormente en las variedades manzanilla y hojiblanca, pero que presentan un elevado estrés hídrico y por ello, gran parte de la producción a fecha de hoy no están aptas para verdearse, principalmente como consecuencia del escaso calibre de sus frutos, de la baja relación pulpa/hueso y del porcentaje de agostado de los mismos, sobre todo en las parcelas de secano y en los riegos deficitarios.
Por el contrario, en las parcelas más descargadas, en los secanos frescos y en las fincas de riego con suficiente caudal, el fruto, aunque escaso de calibre en general, está aguantando las inclemencias de este seco verano y será donde se comenzará la recogida en las próximas fechas.
En lo que respecta a la vecería, Interaceituna considera que tampoco se observa una marcada vecería en las diferentes zonas productoras, exceptuando la buena cosecha existente en la zona de Utrera y el Aljarafe sevillano, al estar los árboles repuestos por la poca producción del año anterior. Al contrario ocurre en Arahal-Morón, aseguran, “donde se aprecian parcelas descargadas y menor producción en general, después de tener una importante cosecha el pasado año”.
La producción aforada en este segundo avance por variedades en toneladas es de 187.000 de manzanilla, 35.000 de gordal, 243.000 de hojiblanca, 27.000 de cacereña, 28.000 de carrasqueña y 16.000 de otras variedades, con una producción media en total en España de 536.000 toneladas.
Interaceituna concluye este informe señalando que “existen aceitunas suficientes en campo de las variedades manzanilla, gordal y hojiblanca, al contrario que el resto de variedades comerciales en las que su producción es escasa, no obstante, el estado hídrico de la arboleda está muy mermado en general y agravándose conforme se aproximan las fechas de inicio de la nueva campaña y no se pronostican cambios favorables en la climatología a corto plazo. Por ello la producción potencialmente verdeable aforada es muy dependiente, al alza o a la baja, de la evolución climática que predomine durante los meses de septiembre y octubre”.