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Experta en aceite de oliva y formada en España, concretamente en la Universidad de Jaén, Tomiko Tanaka ayuda a empresas españolas a llevar su producto a Japón, su país de origen, a través de su proyecto: Creapasión. Considera que es importante que el aceite de oliva esté por encima, tanto de las empresas como de las personas, y cree fundamental también transmitir el valor y la cultura oleícola para vender el zumo de aceituna con más facilidad.
Desde su punto de vista el consumo de aceite de oliva virgen extra en Japón, a pesar de que no se ha incrementado demasiado en los últimos años, “cada día hay más gente interesada y que consume el aceite de oliva. Según el informe 2015 de Icex, en los últimos diez años, las importaciones de aceite de oliva en Japón han crecido un 41%. Japón sitúa en el número 14 del ranking mundial de importadores de aceite de oliva y el consumidor japonés tiene una percepción muy positiva de los productos considerados beneficiosos para la salud y está dispuesto a asumir el coste adicional que suponen”. Añade que “en mi país la superficie de olivos asciende a unas 245 hectáreas, que producen alrededor de 160 toneladas de aceitunas. Con ello, el aceite de oliva “made in Japán” es muy poco y por lo tanto muy caro. Conozco a algún productor cuyo AOVE se vende a unos 100 euros la botella de 185 gramos, pero a pesar del precio se vende con facilidad porque a los japoneses les gusta el producto nacional, tienen mucha confianza en él. Pero también, tenemos que tener en cuenta de que los japoneses saben vender”.
En cuanto al conocimiento de los japoneses, asegura que “en Japón existen muchas asociaciones que ofrecen cursos sobre AOVE y su cultivo, lo que está contribuyendo a aumentar el conocimiento sobre el producto en general, pero considero que sería necesario algún criterio para evaluar y controlar el trabajo que se realiza en cada uno de estos cursos”.
Asegura también que “los ciudadanos japoneses conocen cada vez más los aceites de oliva españoles. España lleva dos años consecutivos, desde 2014, liderando las exportaciones de aceite de oliva en Japón”. Lo que ocurre, según su opinión “es que los japoneses tienen la percepción de que el aceite de oliva es un producto típico italiano. A ello se une el escaso marketing que hace el aceite de oliva español en mi país. La mayor parte del aceite que llega es a granel para marcas blancas, y a pesar de que se ha mejorado mucho la comunicación sobre el producto, hay mucho que trabajar todavía. Es muy importante transmitir la cultura del aceite, no se puede vender como un producto cualquiera”.
Puede leer la entrevista completa en el último número de OLEO nº 166.