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“Cada producto pide cómo tiene que ser su packaging. Hay que conseguir el equilibrio entre el contenido y el envase, ser coherente con el producto que fabricamos y no tener miedo al cambio y a la innovación”. Así ha explicado Alberto Bravo, product manager en Castillo de Canena, la importancia que tiene el packaging en sus distintos aceites. Un packaging que cuidan hasta el más mínimo detalle para diferenciarse de la competencia y llamar la atención de los consumidores.
Alberto Bravo ha sido uno de los tres ponentes que han participado en la conferencia “La importancia del packaging en el éxito de un producto gourmet” que ha organizado Drimpak en el marco de la 31ª edición del Salón de Gourmets, celebrado la semana pasada en Ifema.
En un producto de alimentación el envase cumple una doble función: no solo protege el contenido, sino que ayuda a que se mantenga en las condiciones óptimas durante el máximo tiempo posible. Y todo esto, sabiendo el producto que se vende, sus características y sus necesidades. Por eso, tal y como explicó Rosa Vañó, directora comercial de Castillo de Canena, el contacto con el proveedor de packaging se produce desde el mismo momento en que se empieza a idear un nuevo producto. “Desde que empezamos a crear un producto nuevo tenemos que ver cuál va a ser su filosofía y qué pide en términos de envase. Hay que pensar desde el inicio en cómo romper el lineal para llamar la atención del cliente. Nosotros trabajamos con el packaging desde el principio y a veces es el propio packaging el que nos da la idea”.