Revista
El mes de mayo se ha saldado con unas salidas de aceite de oliva que alcanzan las 109.255 toneladas, según los últimos datos de la Agencia de Información y Control Alimentario, AICA, cifra que “viene a estar dentro de la normalidad en una campaña marcada por unos precios razonablemente rentables para los agricultores, lo que puede indicar que la bajada del mes anterior es coyuntural”, aseguran desde la Federación Española de Industriales Fabricantes de Aceite de Oliva, Infaoliva.
En cuanto a existencias, éstas alcanzan las 669.336 toneladas, de las cuales, en almazaras hay 470.777 toneladas, otras 198.599 toneladas están en manos de los envasadores a lo que hay que sumar el aceite con el que cuenta Patrocinio Comunal Olivarero, que asciende a 24.006 toneladas.
Con estas cifras y teniendo en cuanta las existencias que hay en mayo, el enlace de campaña estará en torno a las 240.000 toneladas, lo que hace que sea una campaña con un enlace “más bien corto, si bien no habrá problemas de abastecimiento ni en los mercados a nivel nacional ni a nivel de exportaciones”, destacan desde la Federación. No obstante, añaden que “estas disponibilidades las extrapolamos al mes de septiembre, aun cuando sabemos que en ese mes y en octubre dispondremos de otro tipo de aceite que de momento no se pone en el mercado”.
Según Infaoliva, con el aceite que hay disponible para su puesta en el mercado, el envasador hará que los abastecimientos estén garantizados para todos los mercados, ya que éste dispone actualmente de 166.587 toneladas de aceite a granel y 28.952 toneladas de aceite envasado.
En cuanto a precios, en mayo, al igual que viene siendo habitual en esta campaña, está entre los 3,60 euros/kg y los 3,95 euros/kg, aun habiendo determinadas partidas que se han pagado algo más altas. Sin bien, Infaoliva destaca que el diferencial entre los aceites de refinería y los vírgenes extra es mínimo, “que desde nuestro punto de vista se debe a la escasez de producción de esta campaña”. Además, en su opinión “aunque estamos en una campaña escasa, no tiene por qué ser una campaña con tensiones de mercado”.
Asimismo, desde Infaoliva hacen referencia también a la sequía que estamos padeciendo, que es más acuciante por las altas temperaturas que se registran en esta fecha, cuando en muchas provincias se está formando el fruto, en otras las necesidades hídricas del olivo son mayores por el crecimiento de la aceituna, y que hace ver con cierta preocupación la próxima campaña.
“Esperemos que el otoño venga cargado de lluvias y que los niveles de precios sigan en la tónica actual de forma que el aceite sea un producto rentable para quien lo produce y un producto de consumo saludable a unos precios razonables”, indican desde la Federación.