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La nueva edición de las Dietary Guidelines for Americans, que estará en vigor hasta el año 2020, por primera vez toma en consideración las sólidas evidencias científicas que respaldan a la Dieta Mediterránea como una de las saludables y, por ello, plenamente recomendada por esta guía que cuenta con aval del Departamento de Agricultura y el Departamento de Salud y Servicios Sociales del Gobierno de los Estados Unidos. Así no es de extrañar que este modelo dietético genere enorme expectación en todos aquellos foros en los que se aborda la alimentación desde el punto de vista de la salud. Pocos tan prestigiosos como el Menus of Change®, impulsado por dos prestigiosas instituciones de renombre mundial, Harvard T.H. Chan School of Public Health y The Culinary Institute of America.
Esta iniciativa, que cada verano se celebra en Nueva York, trata de trasladar al sector de la restauración la importancia de adoptar propuestas gastronómicas que pongan el acento en la salud y que sean sostenibles. Sin olvidar, por supuesto, que sean atractivas para el cliente del sector hostelero, que es que tiene la última palabra. Salud y disfrute.
Bajo esa premisa se ha celebrado en celebrado en el teatro Anheuser-Busch del Campus neoyorquino del Culinary Institute of America, en Hyde Park, el taller denominado: “Dieta Mediterránea: Salud, sostenibilidad y estrategias culinarias”. Las aportaciones de ese patrón alimentario las abordaron los profesores Frank Hu y Walter Miller de la Harvard T.H. Chan School of Public Health. Ambos hicieron un repaso a las principales evidencias científicas que respaldan a la Dieta Mediterránea, rica en aceites de oliva, frutas, verduras y proteínas vegetales, como uno de los modelos alimentarios más saludables. Dedicaron especial atención a su demostrado efecto protector contra los accidentes cardiovasculares, así como contra la diabetes, enfermedad que va camino de convertirse en una pandemia.
Por su parte, el chef estadounidense Ed Brown, Presidente de Restaurant Services Group, Restaurant Associates, centró su intervención en la calidad gastronómica de este patrón culinario que, sin duda, está detrás del éxito de gastronomías punteras en el mundo como la española, que vive un magnífico momento en Estados Unidos. Y no menos importante, una dieta que el norteamericano acepta sin mayores problemas, al tratarse de propuestas culinarias variadas, imaginativas y sabrosas. Brown explicó a los más de 150 profesionales reunidos en este encuentro que su adopción no supone mayores problemas para el colectivo de la hostelería. Muy al contrario, la adopción de unas sencillas pautas, los aceites de oliva como fuente principal de grasas y la preponderancia de las frutas y verduras, frutos secos, proteínas vegetales y pescados, aseguran el pleno éxito.