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El pasado lunes 13 se celebró en Ottawa la última reunión del Codex Alimentarius, organismo de la FAO que define los estándares de sanidad para los alimentos. Unaprol ha llamado la atención sobre uno de los temas discutidos: los sistemas de información visual “con etiquetas engañosas que desaconsejan la compra de productos de procedencia italiana”. Más concretamente, se han centrado en el aceite de oliva virgen extra, también en el centro de los ataques. Y eso a pesar de los estudios de la FDA que atribuyeron al AOVE beneficios cardiovasculares, o de las investigaciones de la Universidad de Florencia que han descubierto que el aceite de oliva virgen extra ayuda a prevenir el Alzheimer.
David Granieri, presidente de Unaprol, ha explicado que "Poner el sello negro en el empaque del aceite de oliva virgen extra y el verde en las bebidas carbonatadas ricas en aspartamo significa decidir conscientemente ignorar la salud de los consumidores en beneficio de los intereses de las grandes multinacionales". Y después, ha añadido: "esta es una batalla fundamental para la defensa de nuestros productos y para la protección de la calidad hecha en Italia, en peligro por campañas alarmistas infundadas. El aceite de oliva virgen extra italiano es único en el mundo en términos de calidad, biodiversidad y seguridad, pero es atacado constantemente por otros países con políticas fiscales punitivas, como las anunciadas por Trump, o con sistemas de etiquetado de semáforos engañosos, como es el caso en Gran Bretaña y Francia."