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La gestión de riesgos es un elemento clave para la sostenibilidad y resiliencia de la agricultura europea. Cada vez son más los retos económicos, sociales, climáticos e incluso institucionales que los agricultores deben enfrentar. ¿Cómo lograr una mayor implicación de todos los actores presentes en el sector para abordar de manera coordinada dichos desafíos?
El proyecto SURE-Farm aboga por la puesta en marcha de iniciativas coordinadas que refuercen el papel no solo de los agricultores sino del conjunto de los actores presentes en el sector agrario en la implementación de las estrategias para hacer frente a los actuales y futuros retos económicos, sociales, ambientales e institucionales. En el marco de dicho proyecto, se ha realizado una encuesta a 1.152 agricultores de 11 regiones europeas. Los resultados demuestran que las actuaciones para la gestión de los riesgos son muy heterogéneas y varían entre los diferentes países. “Los agricultores que están especializados en cultivos arables o estacionales son los que utilizan técnicas más diferenciadas para la gestión de los riesgos”, explica Alisa Spiegel de la Universidad de Wageningen, una de las instituciones participantes en el proyecto.
Mejorar los flujos de información con contenidos relacionados con el clima, el mercado, las nuevas tecnologías y los riesgos del sector, haciendo accesible dicha información, mejorar la formación y el asesoramiento profesional y alentar la cooperación entre los productores como aspectos esenciales para mejorar la gestión frente a los riesgos. Son medidas básicas para armar a los productores de herramientas con las que afrontar el futuro. Otras herramientas se siguen desarrollando y mejorando en los centros de investigación, como las imágenes satelitales, para que cada vez sean más eficaces a la hora de analizar los riesgos económicos. Por último los investigadores subrayan la necesidad de crear productos mejor adaptados a las necesidades financieras de agricultores y ganaderos: mayores plazos de finaciación, periodos de pago adecuados a sus flujos de caja, mayor variedad de garantías, seguros y, también, productos que promuevan iniciativas de cooperación e innovación.
Más de 80 entidades de 11 regiones de Europa participan en el proyecto SURE-Farm. Entre ellas, la Universidad Politécnica de Madrid, a través del Ceigram.