Revista
Un estudio del Colegio Estadounidense de Cardiología ha vuelto a constatar que el consumo de aceite está asociado a un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Un total de 61.181 mujeres y 31.797 hombres fueron seguidos desde los años 1990 a 2014 evaluando sus dietas mediante cuestionarios de frecuencia alimentaria, diferenciando entre aqullos que tomaban media cucharada de aceite diaria al día y los que no. Después de analizar los resultados, el estudio ha concluído que la ingesta de aceite de oliva en la población estadounidense supone un riesgo menor de obtener una enfermedad cardiovascular de hasta el 14%, y una disminución del riesgo de cardiopatía coronaria de hasta el 18%. La mayor ingesta de aceite de oliva se asoció, también, a niveles más bajos de biomarcadores inflamatorios circulanes y un mejor perfil lipídico.
El estudio se inspira en el el Premided, uno de los estudios más influyentes de la historia reciente en materia de nutrición, y que ha demostrado los beneficios de los compuestos fenólicos del aceite de oliva, capaces de proteger frente a enfermedades cardiovasculares y frente a otras enfermedades, como el Parkinson. Si bien los beneficios cardiovasculares del aceite de oliva ya se habían constatado en el Premided, la totalidad de la muestra del estudio pertenecía al área mediterránea, no habiéndose reportado estudios similares que constatasen dichos efectos sobre la población del área estadounidense. Ahora, gracias a los recientes hallazgos del Colegio Estadounidense de Cardiología, los habitantes de Estados Unidos ya tienen argumentos dietéticos suficientes para sustituir la margarina y la mantequilla por el aceite de oliva virgen extra, tal y como recomienda el propio Colegio Estadounidense de Cardiología en su estudio.
Los resultados del estudio han sido publicados en la revista del Colegio Estadounidense de Cardiología y se pueden consultar a través de este enlace.