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El comercio electrónico sigue creciendo día tras día. Cada vez más pequeñas y medianas empresas optan por los canales de venta digital para llegar a más clientes y expandir su modelo de negocio. Lo que hace unos años era un asunto testimonial, se está convirtiendo cada vez más en una estrategia de primer orden en aquellos negocios que quieren dar un salto para explorar mercados y clientes de otro modo inalcanzables. El sector de la alimentación no es una excepción. En este artículo de Óleo analizamos el auge del comercio electrónico y las estrategias que sirven para hacerse fuerte en este canal.
El e-commerce está de moda. El primer semestre de 2019, el comercio electrónico de bienes y servicios en España alcanzó los 22.968 millones de euros en España, un 25% más que el año anterior. Un crecimiento de dos dígitos que se torna todavía más significativo si lo comparamos con el avance del comercio físico en ese mismo período, que fue de un 2,4%. Es decir, el ritmo de crecimiento del comercio online es 10 veces superior al ritmo de crecimiento del comercio tradicional. Un dato, cuanto menos, significativo.
El momento del e-commerce
No es de extrañar la evolución que está teniendo el comercio online. En los últimos años. Al auge tecnológico existente con la expansión de los smartphones y las aplicaciones de pago online hay que sumar la llegada a la edad adulta de nuevas generaciones que ya han crecido como nativos digitales y que ya no mantienen ningún tipo de prejuicio hacia los canales digitales. Si alzamos la vista más allá de España nos damos cuenta que cada año el e-commerce realiza un salto cualitativo. En 2017 las ventas del comercio electrónico en todo el mundo sumaron 1.411 billones de dólares. En 2018, la cifra fue de 1.614 billones, y en 2019 de 1.821. Es decir, se crece a un ritmo de más de 200 millones de dólares cada año. Desde 2015 hasta hoy, la participación del e-commerce dentro del comercio minorista mundial se ha doblado, pasando del 7,4% al 15,5%. Para 2021 las predicciones estaban estimando cifras de en torno al 17%, pero habrá que esperar a ver qué efecto produce el confinamiento a escala mundial que ha provocado la crisis sanitaria del Covid-19, y que en muchos hogares ha acabado por introducir, a la fuerza, la costumbre de hacer la compra a través de Internet. Muchas familias puede que terminen por interiorizar estas prácticas y sumarse al porcentaje que, en cualquier caso, volverá a crecer en 2021.
Buscando el valor añadido
La tendencia también se materializa en el sector de la alimentación. Si bien es cierto que todavía el comercio electrónico representa una cuota de mercado pequeña en el sector, del 1,2%, las cifras de crecimiento invitan al optimismo. En 2018, el canal online en el sector de la alimentación creció un 13,6% respecto al año 2017, mientras que la compra en hipermercados cayó un 2%, y en las tiendas tradicionales, un 5,4%. En el segundo semestre de 2019, el gasto en productos de gran consumo prolongó su buena tendencia con un crecimiento del 11,6% y un gasto medio de 229,5€ anuales. 1 de cada 4 habitantes realizaron a lo largo del año algún tipo de compra por esta vía, si bien solo el 3% lo indica como canal de uso prioritario. Hay crecimiento, pero la penetración sigue siendo baja, lo cual no significa que el comercio electrónico no sea una gran oportunidad, especialmente para un producto como el AOVE. Las encuestas de tendencias indican que el cliente de productos de alimentación online busca la diferenciación en el producto a través de la personalización y valores añadidos que no puede encontrar en los estantes de los supermercados. Precisamente, empleando los distintos canales de social media (Facebook, Twitter, Instagram o Google +), e introduciendo herramientas de Inteligencia Artificial como los chatbots, es posible optimizar y segmentar la promoción del producto, así como ofrecer una atención al cliente personalizada y herramientas de interacción con el usuario que permiten fidelizar al cliente, una máxima del e-commerce y que sobre la cual radica el valor de su éxito.
Tiene disponible el reportaje completo en el nº 180-181 de Óleo.