Revista
La Interprofesional del Aceite de Orujo de Oliva, ORIVA, quiere expresar su desaprobación con respecto a la información publicada acerca del estudio titulado “Relación entre el consumo de aceite de oliva y el índice tobillo-brazo en una población de alto riesgo cardiovascular”, encabezado por la Universidad de Jaén.
La organización considera que las conclusiones finales del trabajo no reflejan los hallazgos científicos del estudio, sino que son un resumen poco preciso y sesgado de algunas partes del mismo, atacando un producto tan seguro y saludable como es el aceite de orujo de oliva.
Por tanto ORIVA quiere puntualizar los siguientes aspectos:
1.- El citado trabajo es un estudio transversal, un tipo de investigación observacional, cuyas conclusiones se asientan sobre preguntas acerca de los hábitos que dice tener la muestra de población estudiada. Es decir, los resultados del trabajo no son consecuencia de haber testado el consumo de aceite, sino de las estimaciones de los encuestados. De hecho, los propios autores del estudio afirman que los resultados no son concluyentes y que deberían ser contrastados y ampliados por un posterior ensayo clínico (en el que sí se mediría de forma precisa la ingesta de aceite de cada individuo a fin de poder establecer una relación causa-efecto, que el presente estudio no puede evidenciar).
2.- La publicación no ofrece datos concretos acerca del número de personas que dicen haber consumido aceite de orujo de oliva, aunque los autores indican que fue substancialmente menor que aquellos que consumieron otros aceites, además de en menor cantidad (3-30 mg/día vs. 15-68 g/día, como valor central de los datos)*, por lo que resulta cuestionable comparar grupos tan heterogéneos y en condiciones tan desfavorables para el aceite de orujo de oliva.
3.- Además, la muestra del estudio no es la población en general, como se puede interpretar en la información enviada a los medios de comunicación. Se trata de un grupo muy determinado de personas de edad avanzada y con propensión a las cardiopatías, además de con unos condicionantes muy concretos como el sobrepeso, la obesidad y estar afectados por síndrome metabólico.
La Interprofesional del Aceite de Orujo de Oliva, ORIVA lleva realizando, desde hace su creación en 2015, una intensa labor de investigación de la mano de dos centros científicos de referencia en nuestro país: el Instituto de la Grasa (IG) y el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN), pertenecientes ambos al Consejo Superior de investigaciones Científicas (CSIC), con los que ha desarrollado estudios que abordan diferentes aspectos del aceite de orujo de oliva, para conocer las ventajas culinarias y saludables de este alimento.
*El consumo de 3-30 mg/día de aceite de orujo de oliva equivaldría a apenas unas gotas; frente a 15-68 g/día de aceite de oliva virgen, que correspondería a entre 3 y 14 cucharadas soperas al día.