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El 4 de febrero se ha celebrado el primero Diálogo Expoliva, que inician el calendario de acciones previas a la celebración de Expoliva, XX Feria Internacional de Aceite de Oliva e Industrias Afines, cuya celebración está prevista del 21 al 25 de septiembre de 2021.
En este primer evento -moderado por el consultor estratégico internacional, Juan Vilar-, se han analizado cuáles son las peculiaridades del sector oleícola en el continente americano. Para ello han participado Paul M. Vossen, consultor en olivicultura y elaiotecnia y profesor emérito de la Universidad de California-Davis (Estados Unidos); José Corbella, CEO y fundador de Enthalpy (Chile) y ex GEAWS LAM Country Coordinator y Jorge Pereira, consultor internacional y ex profesor de Genética de la Universidad de La República (Uruguay).
Juan Vilar, ha realizado una introducción sobre la situación de la olivicultura y ha incidido en que “el Continente Americano es estratégico por varios factores fundamentales, en primer orden aglutina casi 336 mil hectáreas de olivar distribuidas por 11 países tanto del norte como del sur, que producen de forma más o menos estable, casi 90 mil toneladas de aceite de oliva, resultando ser el cuarto continente en dicho ámbito, estando detrás del mismo Oceanía”.
Por otro lado, ha manifestado que “el aspecto más estratégico de América como continente en materia del sector que nos ocupa, es su consumo, pues el continente demandante con el 18% del total de aceite de oliva consumido en el planeta, solo después de Europa, llegando a veces a superar las 530 mil toneladas”.
Paul Vossen ha comentado durante su intervención que “hay un mercado fantástico en los EEUU, es un mercado enorme, ya que consumimos alrededor de un litro de aceite de oliva por persona y subiendo”. Ha añadido que “si doblamos nuestro consumo no vamos a tener suficiente aceite en el mundo para abastecer a Estados Unidos. No podemos satisfacer la demanda”.
Por su parte, José Corbella, ha afirmado que la olivicultura chilena está en plena expansión. “La escasez hídrica marca sin duda cualquier tipo de cultivo en Chile, y el cultivo del oliva no es ajeno a esta situación. En la campaña pasada, solo una de las empresas chilenas más grandes pudo llegar a los 2.000 litros por hectárea. La mayoría de los proyectos iniciados calcularon la viabilidad en torno a esa producción y casi ningún proyecto ha alcanzado ese nivel de producción, no han superado los 1.600 litros por hectárea, por lo que la viabilidad económica es complicada”.
Para concluir, Jorge Pereira, ha manifestado que “en Sudamérica, empezó la campaña el mes de diciembre en Brasil y concluirá en agosto en Colombia. Será un año de alta producción, en torno a 900.000 toneladas de fruta, cuya recolección se realiza en su mayor parte de forma mecanizada; y lo cual supone un crecimiento de un 20% con respecto a la campaña anterior”.
El entorno en el cual se desempeña la olivicultura en el continente americano es muy cambiante y está profundamente influido por las condiciones climatológicas según las peculiaridades de cada país. A esta complejidad se suman distintos modos de cultivo, distintos rangos de precios y mercados con diversas limitaciones arancelarias, lo cual hace que la olivicultura en América esté en constante cambio.