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El proyecto de certificación real de los envases es una apuesta del Clúster del Packaging por analizar uno de los productos que fabrican diversas empresas asociadas a la entidad, con el objetivo de conocer la reciclabilidad de estos envases en el sistema actual de gestión de residuos, mediante el Sello de Reciclabilidad. Las empresas participantes en el proyecto han obtenido, tras el análisis, información de gran valor sobre su producto, que de otra manera no podrían haber obtenido, con la que mejorar las propiedades del packaging para crear un elemento protector que sea sostenible y de gran calidad.
Pero ¿cómo se analiza el grado de reciclabilidad de los envases? Pues durante cerca de dos meses, la consultora medioambiental Driade Soluciones Medioambientales junto al Gremi de Recuperació de Cataluña, estudia y realizan test reales de todo el proceso que sigue un envase, desde que el producto contenido es consumido hasta que se recupera de nuevo en forma de materia prima secundaria, con la revisión científica del de la Cátedra UNESCO de Ciclo de Vida y Cambio Climático ESCI-UPF y la auditoria de la certificadora SGS.
El proceso de evaluación analiza el flujo de clasificación y de reciclado de un envase concreto, teniendo en cuenta cada punto de la línea de reciclaje, conforme las tecnologías disponibles en las plantas de recuperación actuales y los materiales utilizados. Una vez realizado todo el estudio para saber qué se hace bien y qué mal, el conjunto de evaluadores determina el porcentaje de reciclabilidad de producto emitiendo un certificado, y una ecoetiqueta que puede insertarse de forma voluntaria en el envase. Este porcentaje se obtiene después de un arduo, riguroso e independiente proceso de auditoria, el cual se rige bajo revisiones y mejoras continuas para optimizar el resultado del estudio.
Tras conocer la propuesta de valor del Sello de Reciclabilidad en más de 20 certificados diferentes, el Clúster del Packaging decidió en 2020 realizar una prueba piloto de la certificación en diversas empresas de la entidad como IP Triana, valiéndose de la financiación recibida a través de las ayudas de ACCIÓ a Iniciatives de Reforç de la Competitivitat 2020.
Gracias al sello, las empresas del clúster han podido canalizar la información en la creación de un nuevo envase que cumple con los requerimientos actuales a nivel europeo, tomando como referencia el producto original estudiado y sin perder propiedades.