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La nueva campaña de la aceituna aloreña de Málaga, va a estar marcada por la falta de lluvia y se la que se estima un importante descenso productivo de un 40%. Según confirma el secretario general de UPA Málaga, Francisco Moscoso, que señala que la recolección se prevé corta y que, dependiendo de las zonas, arrancará entre el día 15 y el día 20 de septiembre. "No son las mejores noticias para un sector tan importante en Málaga. Sólo el año pasado, la aceituna aloreña, específica y autóctona de nuestra provincia, generó un volumen de negocio de 8 millones de euros. Un sector del que viven 4.000 familias vinculadas directamente a su producción y que, este año, por la falta de lluvias, verá mermados muy seriamente sus ingresos", explica Moscoso.
Además destaca la situación, en general, como preocupante, en el olivar de secano que es mucho peor. "Nos encontramos con un estado alarmante de la aceituna en secano, donde prácticamente se ha perdido un 80% de la producción. Venimos arrastrando una primavera bastante seca, con excesiva escasez de lluvias, acentuada en el mes de agosto por una ola de calor y elevadas temperaturas. Ahora, si no llueve en los próximos días, antes de comenzar la recolección, el verdeo será inviable en muchas zonas de la aloreña", concreta el secretario general de UPA Málaga.
Una de las características que hace única a la aceituna aloreña, además de producirse sólo en Málaga, es su recolección, conocida como "ordeño", que es totalmente manual, con una incidencia en los costes superior al de otras variedades. Aunque desde UPA Málaga se confía en que "debido a la baja producción y al elevado consumo de la aloreña, la tendencia de los precios sea al alza". "Es una variedad con unas características y unas condiciones de recolección únicas. Su gran calidad hace que sea muy valorada y apreciada por los consumidores, que cada año están aumentando, y la ha llevado a ser la primera aceituna de mesa en España en obtener el reconocimiento europeo de Denominación de Origen Protegida. Además, hay que tener en cuenta que gran parte de la producción se destina a exportación y que en terceros países se paga mucho mejor. Por eso tenemos la esperanza de que los precios que recibimos los agricultores superen los costes de producción y nos permitan seguir viviendo dignamente de este cultivo", concluye Francisco Moscoso.