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En su camino hacia la excelencia y como compañía familiar de referencia en la alta gastronomía por la elaboración de algunos de los mejores aceites extra vírgenes del mundo, Castillo de Canena lanza la edición limitada número XVI de su icónico Primer Día de Cosecha. Un producto muy esperado durante todo el año, que fue pionero en su categoría y que destaca entre los aceites de alta gama por su cuidado proceso de producción, aroma, sabor y calidad.
Para la elaboración de sus preciados aceites extra vírgenes, Castillo de Canena sigue invirtiendo año tras año en el campo de la I+D+i, utilizando sistemas de visión artificial para seleccionar las mejores aceitunas y trabajando en el plano de la agricultura de precisión. Así, de forma científica y utilizando la tecnología más moderna la compañía comprueba –en tiempo real- la situación fisiológica de sus olivos y sus diferentes necesidades durante todas las estaciones. Además, la agricultura de precisión les permite determinar el día exacto de comienzo de la cosecha de cada varietal, ni antes ni después.
“En Castillo de Canena llevamos produciendo desde 2003 zumos tempranos equilibrados y con un correcto balance. Para ello, es crítico el determinar con exactitud el momento exacto en el que se cosechan los distintos pagos que se han ido seleccionando a lo largo de los meses previos. Tan negativo es precipitarse como retardar la recolección. Con esta recolección temprana de las aceitunas, conseguimos unos aceites vírgenes extra más intensos, así como un aumento en la cantidad de compuestos fenólicos y en el porcentaje de ácido oleico que contienen”, ha explicado Francisco Vañó, director general de Castillo de Canena.
Un nuevo "padrino"
Como en cada edición, la compañía ha contado con la colaboración de una personalidad vinculada al mundo de la cultura y las artes, el deporte, la comunicación o las ciencias- y amante del aceite de oliva-. En esta ocasión ha sido Matías Prats el encargado de diseñar la etiqueta de sus icónicas botellas color cereza. A este momento único ya se han sumado, en anteriores ediciones, diferentes personalidades como Carlos Sainz, Juan Echanove, Sara Varas, Sara Navarro, Enrique Ponce, Joaquín Berao, Ainhoa Arteta, Manolo Valdés, Pau Gasol, Alejandro Sanz, Fernando Alonso, Roberto Verino, Raphael y Álex de la Iglesia.
“Queremos agradecer a Matías la oportunidad que nos ha ofrecido para trabajar con él y su apoyo en esta XVI edición de nuestro Primer Día de Cosecha. Es un personaje que está muy en sintonía con la filosofía de Castillo de Canena por ser la imagen viva de un legado familiar excelente, del esfuerzo y la perseverancia profesional y del trabajo bien hecho a lo largo de los años”, asegura Rosa Vañó, directora de Marketing y Comercial de Castillo de Canena.
Visión por la sostenibilidad
Primer Día de Cosecha es el excelente resultado de todo un año de esfuerzo del agricultor y un homenaje a la mística de los primeros zumos obtenidos de la cosecha con toda su magia y alegría. Incluso en años como éste, complicados desde el punto de vista meteorológico, y cuyas dificultades no han mermado la calidad de estos aceites.
“El primer dato relevante del año agrícola se produjo con el tremendo temporal que azotó la península Ibérica en enero, con abundantes nieves y temperaturas extremadamente bajas que helaron parte de los nuevos brotes de los olivos. Tras una primavera lluviosa llegó una buena floración que, sin embargo, se malogró en parte como consecuencia de las altas temperaturas que soportamos en determinados días clave del mes de mayo”, ha explicado Francisco Vañó.
En este sentido, y siempre mirando hacia los problemas derivados del cambio climático, la compañía mantiene su apuesta firme por la sostenibilidad y la protección medioambiental, recuperando el equilibrio natural y la diversificación de su ecosistema.
Las mejores aceitunas recogidas en el momento adecuado
Castillo de Canena cuida con esmero todo el proceso de selección de las mejores aceitunas de las varietales arbequina y picual, y las recoge en el momento óptimo de maduración. Incluso en años meteorológicamente complicados como ha sido este 2021, marcado por la borrasca Filomena y las altas temperaturas registradas en el mes de mayo.
“Durante el verano y la primera parte del otoño hemos sufrido una severa sequía que, en nuestro caso, hemos paliado con el riego continuo pero racional de nuestros árboles y una correcta nutrición. La cosecha ha sido, en volumen, inferior a los años pasados, pero el cuajado de los frutos ha sido muy homogéneo. Nos hemos encontrado con aceitunas de calibre medio con una buena relación pulpa/hueso, sanas, hidratadas y con un índice de maduración bastante uniforme”, indica el director general de Castillo de Canena.
Como en anteriores temporadas, se han seleccionado aquellos pagos en donde se encontraban los mejores frutos para crear estos AOVEs tempranos de Primer Día de Cosecha. “Las aceitunas del Picual provienen del pago Cañada Luenga Centro y han dado como resultado un AOVE de color verde intenso con un expresivo frutado de notas vegetales verdes, hortalizas y la característica hoja de tomatera. Su sabor es intenso y complejo y se materializan en el paladar las notas olfativas descritas con un amargor y picante contenidos. Persistencia en boca y una ligera y agradable astringencia, así como un retrogusto mentolado”, describe Francisco Vañó.
En cuanto al AOVE Primer Día Arbequino, el responsable de la compañía comenta que se ha producido con frutos recolectados en el Pago de los Girasoles. “Se trata de un zumo de color verde brillante con aromas de aceituna fresca que destacan sobre otros también herbáceos y frutales. Su entrada en boca es amable y muy agradable, destacan las notas verdes, predominando la almendra, la hierba y, sobre todo, la compota de frutas. Armónico y fresco en su retrogusto, posee un amargo y un picante muy equilibrados que desaparecen con rapidez”, añade.
En opinión de Vañó, ambos AOVEs mantienen las características de anteriores ediciones del Primer Día de Cosecha de Castillo de Canena: son potentes, complejos y con personalidad, pero a la vez son armónicos y de una gran elegancia.