Revista
El pasado 5 de abril la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (ASEAN), notificó una alerta relativa a la elaboración, envasado y distribución clandestinas de aceite etiquetado como “de oliva virgen” y “de oliva virgen extra” procedente de España.
La información fue recibida a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI), que fue trasladada por las autoridades sanitarias de la Comunidad Autónoma de Murcia.
El inicio de las actuaciones se enmarca en una operación de lucha contra el fraude en la venta de aceite de oliva en la que los análisis de las muestras oficiales tuvieron como resultado que el aceite analizado no era un aceite de oliva, al detectarse la presencia de un aceite vegetal de semillas o mezcla de aceites vegetales de semillas distintos del aceite de oliva. Además, se detectó además un posible riesgo para la salud de los consumidores por la comercialización de aceite que se considera no seguro por proceder de operadores clandestinos y por ausencia de trazabilidad fiable.
Falsos aceites de oliva
Los productos identificados e implicados en este fraude son los siguientes:
La identificación de los productos implicados es la siguiente: aceite de oliva virgen Wafa (envases de 2 litros); aceite de oliva Maakoul; aceite de oliva virgen Riad Al Andalus (envases de 1 litro); Maysae (no se indica denominación de venta del producto, envases de 1 litro); aceite de oliva virgen (sin marca comercial, envases de 5 litros); aceite de oliva virgen extra La Noria (envases de 5 litros); aceite de oliva virgen extra Zannouti 31 31 (envases de 1 litro); aceite de oliva virgen "Virgen fe la Salud" (envases de 0,5 l, 1 l, 2 l y 5 l); aceite de oliva virgen extra "Virgen de la Salud" (envases de 0,5 l) y el aceite de oliva virgen extra Rahouyi (envases de 2 litros).
ASEAN señala que en relación con los lotes de los productos, marcas y formatos de envase implicados en esta notificación, puesto que no se dispone de los partes de producción de los lotes elaborados en la industria implicada y, asimismo, no se considera fiable la trazabilidad en la empresa comercializadora, se entiende que, en esta notificación, estarían implicados todos los lotes y formatos de envase de los productos comercializados bajo denominaciones y/o marcas mencionados en la notificación.
Distribución
Según la información disponible, la distribución inicial de los productos ha sido en su mayoría en la región de Murcia. También se ha distribuido a Cataluña, País Vasco y Comunidad Valenciana, y no se descarta que haya distribución a otras CCAA.
Desde la agencia indican que esta información ha sido trasladada a las autoridades competentes de las comunidades autónomas a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI) y a los Servicios de la Comisión Europea a través de la Red de Alerta Alimentaria Europea (RASFF), con el objeto de que se verifique la retirada de los productos afectados de los canales de comercialización.
Y añade que con la información disponible NO hay constancia en España de ningún caso notificado asociado a esta notificación. Y recomienda precaución a las personas que tengan en sus hogares los productos indicados anteriormente, se abstengan de consumirlos y los devuelvan a los puntos de venta.
Rechazo de las organizaciones
Desde la Federación Española de Industriales Fabricantes de Aceite de Oliva, INFAOLIVA, se ha hecho público su rotundo rechazo ante actuaciones como las que motivaron la alerta publicada por la AESAN en el día de ayer, denunciando que este tipo de prácticas no hacen sino manchar el gran trabajo y esfuerzo que realizan tanto sus almazaras afiliadas, como el resto de fábricas en el ámbito nacional, en su apuesta constante por la calidad de los aceites de oliva.
El presidente de la Federación, Jesús Santolaya, insiste en que actuaciones como la advertida por AESAN, deben ser perseguidas evitando que operaciones de este tipo se realicen y echen por tierra el prestigio de un producto que cuenta con los controles más exhaustivos por parte de la Administración dentro del sector agroalimentario. Añade, además, que se trata de prácticas “absolutamente aisladas” en una industria que mueve grandes volúmenes “y está fuertemente comprometido con la calidad y la transparencia”.
En este sentido, anima a sus almazaras a seguir trabajando como lo han hecho hasta ahora, y traslada a los consumidores la tranquilidad de seguir consumiendo nuestros aceites de oliva.