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Todo preparado para que Madrid acoja la próxima Cumbre de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, del 2 al 13 de diciembre. Una decisión tomada al albur de las circunstancias geopolíticas (Chile canceló su organización tras la hornada de disturbios que atraviesa el país). Con la vista puesta en esas citas, Sigfito ha pedido a los agricultores españoles que demuestren cómo contribuyen en la lucha contra la emergencia climática.
Los días de la Cumbre, Sigfito organizará en sus redes sociales una exposición virtual mostrando videos e imágenes de prácticas ambientales grabadas por los propios agricultores en la cual estos explicarán, de primera mano, cuál es su aportación al medio ambiente. Para contribuir a esta iniciativa, Sigfito ha hecho un llamamiento a todo agricultor que quiera participar para enviar al correo electrónico de la asociación un pequeño fragmento de vídeo, fotografía o nota de audio, para incluirlo en la exposición. Después de todo, Sigfito es una de las herramientas fundamentales para los agricultores en su contribución a reducir el impacto climático, puesto que mediante este sistema de recogida de envases los agricultores españoles reciclaron 4150 toneladas de envases en el año 2018.
Pero además de reciclar son muchas las maneras mediante las cuales ayudamos en la lucha contra el cambio climático. Unos de los proyectos en los que España participa de forma activa a través de Ministerio de Agricultura es la iniciativa internacional 4 por 1.000, lanzada por Francia durante la COP 21. La iniciativa muestra los suelos agrícolas, pueden desempeñar un papel determinante para la seguridad alimentaria y el cambio climático.
¿Cómo? Cada año, el 30% de CO2 es recuperado por las plantas gracias a la fotosíntesis. Después, cuando mueren y se descomponen, las bacterias, hongos o gusanos, las transforman en materia orgánica rica en carbono, indispensables para el crecimiento de las plantas. Los suelos mundiales contienen 2 a 3 veces más carbono que la atmósfera. Si este nivel de carbono aumentara en un 0,4%, por año, en los primeros 30-40 cm de suelo, el aumento anual de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera se reduciría significativamente. Para conseguirlo, eso sí, es necesario reducir la deforestación, nutrir los suelos con estiércol, restaurar cultivos en zonas áridas o recolectar el agua abajo de las plantas. A partir del compromiso para con este tipo de medidas será posible avanzar hacia un mundo climáticamente sostenible.