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El proyecto europeo Olive-Miracle, en el cual participa la Universidad de Córdoba, ha desarrollado una aplicación que pronostica el comportamiento del olivar frente al cambio climático. Olivecan realiza simulaciones de manejo en distintos lugares del Mediterráneo y es capaz de predecir el éxito de un determinado cultivo futuro teniendo en cuenta parámetros como la temperatura, el viento, las precipitaciones, el estado del suelo o la localización.
Francisco Villalobos es el catedrático que lidera la aportación de la UCO en este proyecto. Según él, las generaciones futuras seguirán cultivando el olivo en Andalucía, pero lo harán "de otra forma", y la tecnología será un factor esencial a tener en cuenta para seguir siendo una potencia mundial en el sector. Aunque el proyecto se encuentra todavía en la fase final de su desarrollo, ya algunos de los investigadores se atreven a arrojar algunas de las conclusiones que han podido obtener de los modelos visualizados. Según Luca Testi, las perspectivas parecen ser "menos alarmistas de lo que se pensaba" ya que, si bien la productividad del olivar podría verse mermada por la disminución de las precipitaciones, esto podría contrarrestarse con el incremento de dióxido de carbono en el aire, el cual produce un aumento en la velocidad de la fotosíntesis, y por tanto, en la producción.
España es el mayor productor mundial de aceite de oliva y genera el 38% de volumen de aceite de oliva de todo el mundo.