Revista
La olivicultura portuguesa avanza en el objetivo de preservar y valorizar las variedades autóctonas de olivo mediante la combinación de técnicas avanzadas de biotecnología vegetal, a través del proyecto MiOlive3. Esta iniciativa, liderada por Deifil y apoyada por socios estratégicos como el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas y Veterinarias (INIAV), el Instituto Politécnico de Bragança (IPB) y el laboratorio colaborativo More, busca garantizar la sostenibilidad y autenticidad del aceite de oliva portugués.
Un enfoque biotecnológico para la sostenibilidad
Actualmente, los olivos se propagan mayoritariamente mediante esquejes, un método que resulta lento y estacional. MiOlive3 propone una alternativa innovadora:
Hasta ahora, se han introducido in vitro 36 variedades portuguesas procedentes de la Colección Portuguesa de Referencia de Cultivares de Olivo, ubicada en la Herdade do Reguengo del INIAV en Elvas. Estas variedades destacan por su excelencia en la producción de aceite de oliva y aceitunas, promoviendo la conservación genética y la identidad del territorio.
Resultados prometedores y reconocimientos académicos
Los primeros avances del proyecto fueron presentados en el X Simposio Nacional de Olivicultura, bajo el lema “Innovar para la Sostenibilidad en la Olivicultura.” En este evento, Deifil destacó el potencial de la micropropagación en la conservación y valorización de variedades autóctonas.
El simposio, organizado por la Asociación Portuguesa de Horticultura (APH) en colaboración con el IPB y la APPITAD, reunió a los principales actores del sector oleícola, subrayando la importancia de la investigación y la innovación para enfrentar los desafíos actuales del sector.
Preservación de la identidad y competitividad del sector oleícola
MiOlive3 no solo contribuye a la sostenibilidad del sector mediante la mejora de la eficiencia productiva, sino que también refuerza el compromiso de Portugal con la preservación de su rica herencia agrícola. Este enfoque innovador asegura que las variedades autóctonas continúen siendo un pilar esencial en la producción de aceite de oliva de calidad, adaptándose a las necesidades del mercado global y a los retos del cambio climático.