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Desde el 3 de julio de 2024, todos los envases de bebidas de hasta tres litros que se vendan en la Unión Europea deben contar con un mecanismo que mantenga los tapones unidos a las botellas en todo momento. Esta nueva normativa, que responde a la Directiva Europea 2019/904, tiene como objetivo prevenir y reducir el impacto de los residuos plásticos en el medio ambiente, especialmente en el medio acuático.
El Instituto Tecnológico del Plástico, AIMPLAS, como centro de referencia en investigación e innovación en el sector del plástico, ofrece soluciones para que las empresas puedan cumplir con esta nueva normativa de forma eficaz. AIMPLAS ha desarrollado diferentes tecnologías y metodologías que permiten garantizar que los tapones permanezcan unidos a las botellas durante todo su ciclo de vida, desde su uso hasta su reciclado.
“Se trata de una medida necesaria para proteger el medio ambiente y fomentar la economía circular”, explica Sergio Giménez, director de Negocio de AIMPLAS. “Los tapones de plástico son uno de los residuos más comunes que encontramos en el medio ambiente, y esta nueva normativa ayudará a reducir su impacto de forma significativa”.
Para cumplir con la normativa, los envases de bebidas deben cumplir una serie de requisitos, como por ejemplo:
Además de ofrecer soluciones técnicas, AIMPLAS también está trabajando para concienciar a los consumidores sobre la importancia de esta nueva normativa. “Es importante que todos comprendamos que este cambio es necesario para proteger el medio ambiente”, afirma Giménez. “Con un poco de esfuerzo, todos podemos acostumbrarnos a usar los nuevos tapones unidos a las botellas”.