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Sultana es la variedad que va a liderar el futuro del olivar de alta densidad. Así de contundentes se mostraron los responsables de BALAM Agriculture durante el acto de presentación que se desarrolló en la mañana del 11 de octubre en el Palacio de Congresos de Córdoba.
Si algo les quedó claro a los más de 250 asistentes en el auditorio es que Sultana “va a marcar un antes y un después en el mercado” y que “todo aquel que tenga visión de futuro debe apostar desde ya por Sultana”, apostillaba en varias ocasiones el conductor de la ceremonia, Fran Gálvez, socio y cofundador de BALAM Agriculture.
El éxito de haber dado con Sultana es fruto de la colaboración de BALAM Agriculture con la Universidad de Córdoba y su Grupo UCOLIVO. Tras la firma de un acuerdo el pasado mes de febrero, la empresa cordobesa BALAM Agriculture tiene la exclusividad para comercializar y multiplicar Sultana durante los próximos 30 años.
Sultana es el resultado del cruce de la variedad Arbosana como parental femenino y Sikitita como parental masculino. A su vez, Sikitita es resultado de otro cruce entre las variedades Picual y Arbequina. Esto hace de Sultana que sea la primera variedad que posee lo mejor de tres variedades distintas.
Sultana destaca por su maduración muy temprana, permaneciendo en envero más tiempo y sin riesgo de caída, lo que amplía el plazo de recolección. Además, tiene una precoz entrada en producción y supera en rendimiento graso a Arbosana y Arbequina. Por su porte llorón y bajo vigor, Sultana es idónea para el cultivo en alta densidad. Su recolección es más eficiente porque tiene el fruto de mayor tamaño que el resto de las variedades utilizadas para el sistema en seto. Sultana posee tolerancia al frío y su aceite, de excelente calidad, es muy valorado organolépticamente.