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Como en cada ocasión, antes de unas elecciones generales, desde la Asociación Española de la Biomasa se hace llegar a los candidatos a la presidencia del gobierno su “Decálogo para el desarrollo y consolidación del sector de la biomasa en España”.
Javier Díaz, presidente de AVEBIOM, asegura: “El decálogo propone claves básicas para lograr que la bioenergía se convierta en una opción económica, sostenida y sostenible, segura y comprometida con la protección del medioambiente en España”.
En los últimos 15 años, la biomasa en sus distintas formas: sólida, líquida o gaseosa, se ha consolidado como eficaz sustituto de los combustibles fósiles.
La sociedad, cada vez más sensibilizada ante los problemas medioambientales y energéticos, reclama una estrategia clara que trace el camino de la sustitución de los combustibles fósiles por energías renovables, a lo que la bioenergía puede contribuir de forma notable.
La biomasa es abundante en España, genera empleo principalmente en las zonas rurales (el 90% de las industrias transformadoras de la biomasa se ubican en municipios de menos de 1000 habitantes), permite la independencia energética, rebajando la factura por importación de combustibles fósiles como gas o petróleo, mejora la calidad medioambiental de nuestro entorno, genera grandes ahorros a los ciudadanos y a las empresas y es un campo de innovación tecnológica que permite la reducción de emisiones de gases perniciosos para el cambio climático y la salud.
Algunas de sus propuestas son mantener el IVA reducido del 5% para todos los biocombustibles sólidos y extenderlo a los equipos de combustión de la biomasa; facilitar el desarrollo de las redes de calor con biomasa; o sustituir las instalaciones de combustibles fósiles en edificios públicos por energías renovables, incluida la biomasa.