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Con motivo de la celebración de la 60ª reunión del Comité Asesor (CA) del Consejo Oleícola Internacional (COI) sobre Aceite de Oliva y Aceitunas de Mesa, por invitación y con la colaboración activa del Ministerio de Agricultura de Chipre, un grupo de trabajo internacional, con científicos y expertos de todos los países mediterráneos, estuvo presente en dicha convocatoria para ayudar a Puglia a abordar el enorme problema de Xylella. Entre las propuestas presentadas se encuentra la realizada por Gennaro Sicolo, vicepresidente del Comité Asesor de aceite de oliva y aceitunas de mesa del Consejo Oleícola Internacional (COI), además de vicepresidente nacional de CIA.
Propuestas presentadas
Gennaro Sicolo expresó su defensa de la producción agroalimentaria mediterránea, en particular del aceite de oliva virgen extra, lamentablemente hoy relegado al papel de mercancía. “El aceite de oliva virgen extra necesita ser reconocido como un alimento valioso , con valores muy altos desde el punto de vista nutricional y de salud -explicó-. Hice un llamamiento a los miembros del COI, volviendo a la urgencia de desarrollar una legislación más clara, más transparente y más estricta, especialmente en lo que respecta al etiquetado, es decir, la posibilidad de que los consumidores de todo el mundo accedan a la información sobre el origen, los métodos de producción y los valores cualitativos del aceite expuesto en los supermercados de forma rápida y sencilla”.
Además analizó la situación de la crisis climática, con las consecuencias sobre el sector olivarero y la necesidad de que los gobiernos apoyen a los productores para los que el riesgo empresarial ha crecido exponencialmente en los últimos años. “Lo que sucedió en Emilia-Romagna, Marche y parte de la Toscana es aterrador. Todo un sector, el primario, terminó pudriéndose bajo el agua, abrumado por el lodo, los escombros y una inundación que destruyó muchas fincas -recordó Sicolo-. La conciencia de cuánto han cambiado las condiciones para hacer negocios en la agricultura, precisamente a la luz de las trágicas consecuencias del cambio climático, debe guiar las acciones y programas de los gobiernos e instituciones internacionales en apoyo a los productores agrícolas de todas las cadenas productivas”.