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Oleo Digital.- Investigadores del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba han llevado a cabo un estudio para determinar cómo influyen los micronutrientes de algunas grasas sobre las enfermedades cardiovasculares, la diabetes o el cáncer, y si su ingesta puede modificar el proceso inflamatorio en personas sanas.
El equipo de científicos, dirigido por los doctores Francisco Pérez Jiménez y José López Miranda, han estudiado el consumo de dietas con diferente composición grasa, basadas en aceite de oliva virgen extra, nueces y mantequilla, observando que la ingesta de aceite de oliva virgen extra modula a la baja los mediadores inflamatorios en personas sanas, mientras que la dieta rica en nueces tiene un efecto intermedio y la dieta rica en mantequilla ejerce un efecto perjudicial sobre los mediadores de la inflamación.
Durante la investigación, los responsables han podido observar además que el aceite de oliva reducía la concentración plasmática de otras moléculas que se expresan en las paredes de los vasos sanguíneos y que también favorecen la inflamación, pudiendo corroborar así la incidencia de su consumo en la mejora del proceso inflamatorio.
Los investigadores atribuyen este nuevo efecto beneficioso del aceite de oliva, al menos en parte, a su alta riqueza en micronutrientes, y aunque en la actualidad desconocen el efecto de la mayoría de ellos, apuntan la posibilidad de que actúen por un efecto directo, similar al de los fármacos antiinflamatorios.
Para el doctor Pablo Pérez Martínez, “la característica fundamental del aceite de oliva es su riqueza en antioxidantes, que lo convierte en una grasa única. Por otra parte, entre los efectos beneficiosos del consumo de aceite de oliva en la dieta mediterránea, Pérez Martínez señala que “reduce el colesterol perjudicial (LDL), disminuye la presión arterial, mejora el control de la diabetes y disminuye la tendencia a producir trombosis. El aceite de oliva tiene una diferencia fundamental con respecto a otros aceites: es un zumo natural, que contiene microcomponentes no grasos, de gran interés biológico, entre los que se incluyen la vitamina E, los carotenos, el escualeno, la clorofila y, en especial, los compuestos fenólicos”.
Además, señala el investigador, los estudios más recientes están definiendo que hay algunos beneficios que dependen o se potencian con la ingesta de aceite de oliva rico en microcomponentes, como sucede en el caso del aceite de oliva virgen extra y sus propiedades antiinflamatorias, que serían un nuevo valor añadido, junto al resto de efectos beneficiosos ya conocidos.