Revista
Una delegación de agricultores y ganaderos participaban ayer, 20 de septiembre, en la concentración contra el TTIP y el CETA que se ha celebrado en Madrid. Las puertas de la sede de las instituciones europeas en Madrid ha sido el lugar elegido para mostrar el rechazo a la forma y el fondo de estos tratados, que “sólo buscan beneficiar a las grandes multinacionales, despreciando los efectos que tendrían sobre la economía real y productiva”, tal y como señalan desde UPA. Y es que el pasado 14 de septiembre se remitía una carta a la Comisaria de Comercio como apoyo a las negociaciones de la TTIP y en la que se encuentra la firma de España.
“La agricultura, la ganadería y la alimentación están siendo protagonistas de los debates sobre estos acuerdos, y la importancia de nuestro sector en España es enorme”, ha explicado el secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, durante la concentración.
Desde UPA han exigido a la ministra de Agricultura en funciones, Isabel García Tejerina, que “haga valer el peso del campo” en el Gobierno y consiga una postura de rechazo al TTIP que “es unánime en los sectores agrícolas y ganaderos de nuestro país”.
También le han demandado que exija a las multinacionales de la distribución de capital francés un cambio de actitud para proteger a los agricultores y ganaderos españoles “tal y como ya hacen con los franceses”. UPA ha criticado que mientras Francia y Alemania ya se han mostrado en contra de estas negociaciones, nuestro país sigue apoyando explícitamente al TTIP, como quedó reflejado en la carta de apoyo a las negociaciones enviada la semana pasada, entre otros, por España, junto a otros once Estados como Italia, Suecia o Portugal.
Los agricultores y ganaderos están “seguros” de que el modelo de producción de alimentos de Europa, basado en la sostenibilidad y en la agricultura familiar, estaría en peligro de prosperar estos acuerdos, por lo que han vuelto a reclamar el fin de estas negociaciones y la protección de un sector que genera riqueza y empleo, protege el medio ambiente y proporciona alimentos a millones de ciudadanos.
Por su parte, la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos también valora negativamente la inclusión de España en este acto ya que, según la organización, no se han medido las negativas consecuencias directas que este tratado comercial tendría para los agricultores y ganaderos de los principales países productores y, entre ellos, el nuestro.
En este sentido, la organización señala la multiplicación y el impacto acumulado de este tipo de acuerdos que se suceden sin una necesaria reflexión sobre sus efectos. Así, acaba de aprobarse el convenio de la UE con varios países africanos, que se suman a la lista de los de Túnez y Marruecos y a la inminente firma del Acuerdo Económico y Comercial Global con Canadá, que pretende ponerse en marcha con carácter anticipado incluso antes de pasar la aprobación del Parlamento Europeo y los Parlamentos Nacionales.
La organización considera que se está dejando a los agricultores de países productores de aceites, cítricos u hortalizas, como es el caso de España, en una situación de indefensión habiéndose facilitado la entrada al mercado a otros productores, cuyas distintas estructuras de producción, condiciones económicas, sociales, laborales y ambientales, les permiten partir de condiciones muy ventajosas para operar en el mercado.