Revista
Ayer 4 de octubre la European Palm Oil Alliance (EPOA), en colaboración con la Fundación Española de Aceite de Palma Sostenible, celebró en Madrid la sexta edición de su Conferencia Anual (EPOC). En esta jornada se han tratado diversos temas relacionados con este ingrediente y su vertiente sostenible, como el papel que puede desempeñar para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas o el progreso en Europa con nuevos datos de investigación, entre otros.
La apertura del evento corrió a cargo de Roberto Torri, presidente de la Fundación Española de Aceite de Palma Sostenible. “Somos una organización sin ánimo de lucro, compuesta por compañías comprometidas con la sostenibilidad. Trabajamos para mejorar el conocimiento y la percepción de este ingrediente a través del rigor y la evidencia científica. En España tenemos un largo trabajo por delante, pero somos optimistas, porque los que estamos dentro de la Fundación, rodeados de expertos, somos conscientes de la realidad de este ingrediente”, ha explicado Torri. Seguidamente Frans Claassen, presidente de EPOA, ha solicitado la colaboración de todos los stakeholders implicados en la industria del aceite de palma para conseguir utilizar únicamente la versión sostenible en productos alimentarios. “Seguimos con nuestro objetivo 2020, para que el 100% del aceite de palma utilizado en la alimentación sea sostenible. Sin embargo, necesitamos un nuevo esfuerzo y el tiempo es cada vez menor, por ello solicitamos colaboración a las empresas alimentarias, a la distribución y a los países productores”, ha manifestado Claassen.
El aceite de palma es uno de los ingredientes clave para la industria alimentaria, tanto en la actualidad como en el futuro. Un informe de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) a principios de 2018 confirmó que el aceite de palma sostenible es una parte esencial de la solución para satisfacer las demandas de alimentos por parte de la población mundial. Por ello, Claassen ha afirmado que abogan “por la producción sostenible de aceite de palma y su impacto positivo en la mitigación de la pobreza, la preservación de la biodiversidad, el desarrollo socioeconómico y los derechos laborales. El aceite de palma sostenible contribuye a siete Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas”.
Durante la jornada EPOA anunció su adhesión de EPOA al "Pact for Sustainable Palm Oil", una nueva iniciativa para crear un movimiento global que ayude a alcanzar el 100% de aceite de palma sostenible en la alimentación. Servirá como fuente informativa para que consumidores y empresas apuesten por la versión sostenible de este ingrediente en lugar de buscar alternativas que serían mucho más perjudiciales para el planeta, debido a que la sustitución de la palma requeriría mayor extensión de tierras utilizadas, aprovechamiento extra de recursos naturales y humanos, y una mayor utilización de fertilizantes.
La experiencia de Malasia en la gestión de plantaciones de aceite de palma sostenible ha sido expuesta de la mano de Teresa Kok Suh Sim, ministra de Industrias Primarias de este país. La industria malaya se centra en productividad, sostenibilidad y eficacia. Asimismo, Kok ha reflejado la sostenibilidad social y económica de este ingrediente de la industria alimentaria, pues el aceite de palma es un artículo básico que contribuye al PIB de Malasia. La ministra ha cifrado en más de 650.000 pequeños productores para los que el aceite de palma supone su sustento diario.
El ministro de Comercio de Indonesia, Enggartiasto Lukita, presentó la ponencia "Políticas para detener la expansión de la tierra utilizada para las plantaciones de aceite de palma y aumentar la producción de aceite de palma". El mandatario ha puesto en valor los pasos que el país está dando hacia una cadena de suministro de aceite de palma sostenible. Se ha referido a las instrucciones sobre evaluación de permisos de plantación y mejora de la productividad que han puesto en marcha el pasado mes de septiembre; su propio estándar para el aceite de palma sostenible certificado, esto es, Indonesian Sustainable Palm Oil (ISPO); o el proyecto de replantación lanzado por el gobierno en 2017 que asegura que se emplean semillas certificadas.
Centrándonos en Europa, un nuevo informe de monitorización de la European Sustainable Palm Oil (ESPO), una iniciativa de The Netherlands Oils and Fats Industry (MVO) y Dutch Sustainable Initiative Trade (IDH), refleja que el 74% del aceite de palma importado en 2017 para alimentación estaba certificado como sostenible (CSPO). Aunque el volumen total de importación de aceite de palma está aumentando, todavía es necesaria una mayor demanda de su versión sostenible en toda la cadena de valor para alcanzar la meta del 100% en 2020.Además, la industria alimentaria europea está utilizando múltiples estrategias para garantizar que el aceite de palma que utilizan sea sostenible. La mayoría (99%) del aceite de palma que ingresa a Europa actualmente se puede rastrear hasta el molino donde se prensa. En total, el 84% de todo el aceite de palma en Europa está cubierto por las políticas de sostenibilidad de las empresas, que se centran en "Sin deforestación, sin turbera y sin explotación", abordando las principales áreas de preocupación en términos de sostenibilidad.
La intensificación de esfuerzos por parte de los países productores, como indicó el presidente indonesio Widodo, su país impuso una moratoria a las plantaciones de aceite de palma, lo que es un importante paso adelante para la sostenibilidad en el país. Además, tanto en Indonesia como en Malasia, los gobiernos regionales y de distrito, en colaboración con el sector privado, están desarrollando mecanismos más sólidos para monitorizar y apoyar la producción sostenible. De la misma manera, en Colombia, el gobierno está desarrollando e implementando normas obligatorias para elevar el nivel de toda la industria del aceite de palma.