Revista
Por Rosa Vaño, directora comercial de Castillo de Canena
Fecha mágica y que recordaremos con cariño y emoción en Castillo de Canena: el pasado 27 de septiembre. No son muchas las veces que una provincia entera se suma a homenajear y reconocer la labor que tantas mujeres hemos hecho, hacemos y haremos en pro de los aceites de oliva vírgenes extra de Jaén y, por extensión, de nuestros olivares. Fue la Diputación la que lideró un momento tan mágico, pero, en realidad, fue un grito de alegría de toda una provincia.
Lejanos quedan los días en los que este mundo apasionante y noble era "cosa de hombre", como decía un conocido slogan de un brandy jerezano. Hoy en todos los procesos, en todos los ámbitos y en todos los entornos no se concibe no tener presencia de la mujer; en nuestro caso, en todos.
Hemos vivido con intensidad la cosecha 2017/2018 y, ahora, cargadas de adrenalina, pasión e ilusión estamos esperamos la que está a punto de empezar. María en el campo, Mariela en la almazara, Rocío y las chicas que están en la oficina de Baeza; Isabel, María, Elena, Arancha, Pamela y yo misma, con las maletas preparadas y listas para compartir, enseñar y disfrutar lo mejor de nuestra casa con el mundo. ¿No tenemos chicos, hombres aceiteros de los que sentirnos orgullosas y con los cuales, codo con codo, hacemos Castillo de Canena? Sí los tenemos, los queremos y reconocemos, pero el 27 de septiembre era nuestro.
Puede leer el artículo completo en el número 174 de Oleo Revista