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El papel del consumidor como gestor de cambio siempre ha marcado las tendencias de los mercados, y en el caso que nos ocupa la de los productos envasados. La complejidad de sus demandas actuales, plantean muchas interrogantes a los gerentes de marcas que se preguntan como será el futuro de los productos envasados y cómo pueden mantenerse a la vanguardia de las tendencias que cambian rápidamente para mantener el interés en sus productos.
El envasado y el packaging están atravesando por un momento de cambio, impulsado por una mayor sensibilidad del consumidor en cuanto a envases más sostenibles. Esta transformación está siendo especialmente intensa en el ámbito alimentario: los nuevos hábitos de compra conducen hacia un consumo masivo que genera gran cantidad de residuos. Por eso, se está investigando en nuevos materiales, nuevas formas de producción y nuevos tipos de envases que favorezcan la economía circular, y que no solo alarguen la vida de los productos sino que, además, disminuyan la producción de residuos procedentes de los envases.
Un estudio de la consultora inglesa Mintel señala cuatro de las tendencias actuales en el sector del packaging:
Packaging conectado: El desarrollo de los envase conectados está en auge impulsado por el crecimiento del uso de los dispositivos conectados en todo el mundo, y el interés en el desarrollo de Internet de las cosas (IOT), así como el avance en la tecnología que puede vincular los embalajes al mundo en línea. Desde los códigos QR hasta Near Field Communication (NFC), etiquetas de identificación por radiofrecuencia (RFID) hasta Bluetooth y realidad aumentada (AR). El embalaje conectado es una integración de estrategias de marketing y tecnología destinadas a generar un consumidor comprometido y leal a la marca.
Economía circular: La conciencia del consumidor sobre la sostenibilidad del embalaje se ha disparado. Los consumidores de todo el mundo han estado reciclando envases durante años, pero ahora exigen la capacidad de reciclar más y comprender cómo funciona, a fin de evitar el dramático cambio climático. Aunque los reclamos de envases reciclables se han vuelto más comunes, la demanda de incluir contenido reciclado sigue activo. La baja disponibilidad de plásticos reciclados de alta calidad y las preocupaciones sobre la seguridad alimentaria están obstaculizando el uso de materiales reciclados para las marcas de alimentos y bebidas. Las exigencias por parte de los mandatarios europeos de impuestos obligatorios a los envases de plástico que no contengan un mínimo de un 30% de material reciclado, están generando un cambio de mentalidad en el sector.
Puede leer el artículo completo en el número 179 de Óleo Revista.