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Por Lone Andersen, productora de leche ecológica en Lyne (Ringkøbing), en la zona occidental de Dinamarca y presidenta del grupo de trabajo Producción ecológica del Copa y Cogeca
La Comisión Europea acaba de publicar sus estrategias para el futuro de la agricultura europea y son grandes sus ambiciones para el sector ecológico. Entre los objetivos que pretende alcanzar se encuentra el de lograr el 25% de superficie ecológica del total de terreno agrícola en Europa para 2030. Se trata de una meta extremadamente ambiciosa que exigirá un esfuerzo extraordinario para alcanzarla. Como productores ecológicos, haremos todo lo posible.
Actualmente, la superficie ecológica representa el 7,7% del total de terreno agrícola en la UE, lo cual significa que debería multiplicarse por tres en los próximos diez años. ¡El reto será aún mayor en algunos Estados miembros, ya que la superficie dedicada a la producción ecológica varía considerablemente en la UE, desde el 2% en Rumanía al 24% en Austria! Pienso que el éxito de la Comisión dependerá sobre todo de la voluntad y la capacidad de los consumidores finales de dar un impulso sin precedentes al mercado, más que de un objetivo «de arriba hacia abajo». Estoy convencida de que un crecimiento sostenible del sector ecológico está estrechamente vinculado con un desarrollo impulsado por la dinámica del mercado. Como agricultores, dependemos de consumidores que deseen comprar nuestros productos y, como agricultores ecológicos, dependemos totalmente de consumidores que estén dispuestos a pagar un precio más alto asociado a las prácticas agrícolas ecológicas.
Mi idea personal como productora de leche ecológica es que la producción ecológica podría duplicarse y ser guiada por el mercado, lo cual permitiría elevar la superficie ecológica en la UE al 15% para 2030. De hecho, se observa un aumento general del consumo de productos ecológicos en la mayor parte del mundo, pero para alcanzar la meta del 25% de superficie ecológica en la UE, será necesario hacer esfuerzos sin precedentes para influir en el mercado.
La demanda de productos ecológicos en la UE ha aumentado en los últimos veinte años. En 2018, la superficie ecológica y el mercado han seguido creciendo; no obstante, hoy por hoy, la tasa de crecimiento del mercado de los alimentos ecológicos en la UE es más lenta que por el pasado. Esto destaca la necesidad de realizar grandes esfuerzos para estimular el mercado de modo que responda mejor a la creciente producción ecológica. Las campañas de información y promoción son relevantes para informar mejor a los consumidores europeos sobre la producción ecológica e impulsar su desarrollo. Los consumidores necesitan conocer las características y los beneficios de este tipo de producción si queremos que paguen un precio más alto. Asimismo es esencial velar por que la creciente demanda esté estrechamente relacionada con los productos ecológicos europeos, no con los productos ecológicos importados.
Por otra parte, también debemos mejorar la producción, lo cual requiere más investigación y desarrollo. Entre otras cosas, debemos aumentar los rendimientos de los campos y reforzar nuestro autoabastecimiento de proteínas para pienso. También debemos garantizar un crecimiento equilibrado, tanto de la demanda como de la oferta, para alcanzar estas metas. Esto es esencial para proteger las inversiones agrícolas existentes en el sector, al no reducir los precios de producción y al mantener la viabilidad económica de los agricultores ecológicos.
Asimismo cabe señalar que los agricultores sólo estarán dispuestos a entrar en el complejo proceso de conversión hacia la producción ecológica siempre que puedan contar con una demanda sostenible a largo plazo. También debemos reforzar el funcionamiento de la cadena de suministro en su totalidad. Esto es importante para garantizar que los productos ecológicos europeos lleguen al mercado y hasta los consumidores, sin tener que ser desclasificados y venderse como productos convencionales. Además, es esencial garantizar que no se desarrollen prácticas comerciales desleales a nivel del sector de la gran distribución minorista.
El relevo generacional, así como la transferencia de las explotaciones ecológicas a la próxima generación y su mantenimiento dentro del sector ecológico también debe garantizarse. Durante los últimos cinco años, al menos el 2% de los productores ecológicos han abandonado cada año el sector ecológico a causa de las limitaciones de producción, los costes relacionados con este tipo de producción, la falta de la demanda de proximidad, la burocracia y los costes de certificación. Necesitamos disponer de datos adicionales a nivel de la UE para vigilar este fenómeno.
Más generalmente, si deseamos vigilar debidamente el desarrollo del sector, es esencial disponer de información actualizada, datos periódicos y fiables sobre los volúmenes y el valor de producción, así como sobre el volumen y el valor de la demanda para garantizar que la producción se adecue a esta última. También son necesarias estadísticas sobre cuántas materias primas o procesadas estén disponibles a nivel local o para las exportaciones.
La confianza del consumidor en los productos ecológicos es clave para su desarrollo. Por esto, una relajación de las normas de producción, con lo que se difuminaría la distinción entre la producción convencional y la ecológica, resultaría incomprensible para los consumidores. Las normas y los métodos de producción ecológica deberían seguir evolucionando para responder a las expectativas de los consumidores y atraer a nuevos agricultores. ¿Esto aún sería posible si se utilizara el 25% del total de terreno agrícola en Europa para la producción ecológica? En este sentido, establecer metas no ofrece ninguna solución; las soluciones deberán provenir de los agricultores.