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La unión hace la fuerza. Una afirmación que en determinados sectores es la clave fundamental de su supervivencia. Este es el caso de pequeños y medianos productores agrícolas y ganaderos a lo largo de toda Europa, quienes desarrollan un papel clave en la sostenibilidad medioambiental, social y económica.
El proyecto BOND, en el que han participado 17 socios, pertenecientes a 14 países europeos, ha puesto en contacto a agentes del sector agrario para fomentar la cooperación entre ellos y fortalecer su posición en la sociedad europea a largo plazo. De esta manera, la filosofía de este proyecto se ha enfocado en la creación de herramientas para que se alcancen niveles más altos de organización y de trabajo en red en el sector primario.
Concretamente, desde la UCO han trabajado en la creación de una plataforma estatal para la defensa de las producciones campesinas y artesanas de pequeña y mediana escala. “Con BOND hemos conseguido conformar esa plataforma, compuesta por organizaciones agrarias y cooperativas de distintos sectores (lácteos, cárnicos, hortofrutícolas, etc.) para incidir en una correcta adaptación de la normativa higiénico sanitaria, para que se aplique tal y como lo plantea Europa”, comenta Mamen Cuéllar Padilla, investigadora de la Universidad de Córdoba (UCO) en el proyecto.
Este ha sido uno de los planes de acción que han nacido como resultado directo de este proyecto, procediendo a un diagnóstico previo a nivel local en función de las necesidades puntuales de cada uno de los países participantes. Muchos de los problemas a nivel local, explica Mamen Cuéllar, “son comunes en otros territorios europeos”, lo que les ha permitido articular una red y conformar nuevas alianzas. “El proyecto ha puesto sobre la mesa, de una manera evidente, que la mayoría de los pequeños y medianos productores europeos comparten las mismas problemáticas”, subraya la investigadora.
En este sentido, el proyecto Bond ha podido constatar el deseo común de muchos productores de generar redes de apoyo mutuo, algo en lo que se ha podido avanzar mediante el diseño de herramientas metodológicas que permiten reforzar y construir nuevas alianzas. Estas herramientas, subrayan desde el grupo de investigación, están traducidas a todos los idiomas y emplean un lenguaje accesible para facilitar a las organizaciones generar nuevas sinergias. El proyecto, cuya idea inicial era formar a 60 líderes del sector, ha conseguido trabajar con más de 2.500 agentes del sector agrario europeo, con el objetivo de que éstas puedan replicar en sus territorios los resultados generados.