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En los últimos años, se ha comprobado a través de analíticas rutinarias la aparición de trazas de productos químicos en cultivos ecológicos no aplicados sobre los mismos. Se trata de productos que, por el momento no ponen el riesgo la salud humana pero que impiden la certificación de los alimentos como ecológicos. Este problema se agrava en el sector de los aceites de oliva. Al poseer altos contenidos de ácidos grasos, tienen gran facilidad para absorber y rete ner sustancias químicas. En La Rioja, los autocontroles realizados por las almazaras han reflejado la presencia en el aceite de productos no autorizados para el cultivo del olivo. Es el caso del prosulfocarb, materia activa utilizada para el control de hoja es trecha con el especial éxito en cereal. No menos importante es la aparición de otras materias activas como la pendimetalina, un herbicida de uso muy extendido en leñosos.
Con el fin de abordar la problemática de la contaminación cruzada entre cultivos, se va a llevar a cabo un proyecto que se enmarca en el Programa de Desarrollo Rural de La Rioja, cofinanciado por FEADER, el Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente y el Gobierno de La Rioja. En una primera fase, se ha constituido un grupo operativo formado por el Consejo Regulador de la Agricultura Ecológica de La Rioja (CPAER), el Consejo Regulador de la DOP Aceite de La Rioja (CRDOPAR), la Unión de Agricultores y Ganaderos de La Rioja (UARG), INCONEF e Ingeniería Agroambiental y Desarrollo Rural CARNA SLP como coordinador, según se informa en Infolivo Rioja.
Fases del proyecto
El proyecto plantea la solución al problema de la aparición de restos de fitosanitarios en aceites provenientes de aceituna ecológica, por una parte, mediante la identificación de los focos de contaminación y, por otra, a través de probar medidas de mitigación eficaces. Como uno de los primeros pasos, se ha diseñado un mapa con las zonas más afectadas por la contaminación cruzada toman do como base los datos aportados por los productores, las almazaras y consejos participantes en el proyecto.
Los ensayos se han realizado inicial mente en 15 parcelas representativas de las diferentes zonas afectadas. No obstante, cabe la posibilidad de modificar o ampliar el número de fincas en función de los resultados que se vayan recabando de los trabajos del primer año.
Sobre estos ensayos, en una segunda fase, se dirigirán muestreos sistemáticos de aceituna para comprobar la existencia de residuos. Se tendrán en cuenta datos de utilización de herbicidas en el entorno, ventas, pluviometría, fechas de las siembras de cultivos colindantes e inicio de las aplicaciones. La intención es determinar la relación existente entre el inicio de las aplicaciones y la aparición de residuos. Los muestreos se iniciarán cuando se den las circunstancias de probabilidad de uso y se extenderán hasta la recolección de la aceituna y entrada en la almazara.
A su vez, se llevarán a cabo ensayos dirigidos a comprobar la eficacia de las medidas de mitigación en la aplicación de estos productos sobre parcelas de cereal limítrofes al olivar, y se revisarán los equipos de aplicación, las condiciones meteorológicas y las medidas de mitigación indicadas por la ficha técnica. Si estas últimas no fueran efectivas para evitar la contami nación cruzada, se propondrán otras medidas.
Este procedimiento de la segunda fase se repetirá durante dos años más. En total, se analizarán los datos de tres campañas, de manera que sea posible probar el problema de una forma más precisa, sobre todo en el caso de que las contaminaciones se produzcan de forma indirecta.
Los datos que se vayan obtenido se van a difundiren una tercera fase mediante acciones de formación y comunicación continuas a lo largo de todo el proyecto. Éste se prolongará hasta 2024 y finalizará con la ejecución de la cuarta fase, con la presentación de resultados finales y justificación de proyecto.