Revista
Un equipo de investigación de la Universidad de Jaén ha diseñado un método pionero que utiliza microondas para transformar el alperujo, el principal subproducto de las almazaras, en un biocombustible sólido denominado hidrochar. Este proceso, basado en la técnica de carbonización hidrotermal asistida por microondas (MHTC, por sus siglas en inglés), permite obtener un material con alto poder calorífico en tan solo 30 minutos, frente a las cuatro horas que requieren los métodos tradicionales como la pirólisis.
Una de las principales ventajas del método es su capacidad de realizarse in situ, eliminando la necesidad de transportar los residuos a otras instalaciones para su tratamiento. Esto no solo optimiza los costos operativos, sino que también reduce el impacto ambiental asociado al transporte.
Un combustible sostenible y versátil
El hidrochar obtenido puede emplearse en calderas y sistemas de combustión para producir calor o electricidad. Según el investigador Adnan Asad Karim, coautor del estudio: “La venta de este producto podría diversificar las fuentes de ingresos de las almazaras, al tiempo que se reduce el impacto ambiental de su actividad, contribuyendo a la economía circular.”
Además, esta técnica térmica presenta mejoras significativas en sostenibilidad y eficiencia. Mientras que los métodos convencionales para obtener biocombustible requieren altos consumos energéticos y generan más emisiones contaminantes, el nuevo método aprovecha el contenido mineral y húmedo del alperujo para minimizar residuos y evitar corrosiones en los sistemas de combustión.
La investigadora María Lourdes Martínez Cartas, también coautora, añade: “El biocombustible sólido obtenido mediante MHTC mejora tanto la eficacia como la durabilidad de los equipos, siendo una opción segura y eficiente para su uso en calderas.”
Proceso optimizado para mayor rentabilidad
Los experimentos realizados por el equipo determinaron que la temperatura óptima para este tratamiento es de 250°C durante 30 minutos, utilizando un reactor a escala de laboratorio. El material resultante, de aspecto pulverulento, puede transformarse en pellets para facilitar su transporte y uso.
El proceso no solo tiene beneficios energéticos, sino que también ofrece un potencial económico significativo. Las almazaras podrían integrar esta tecnología para reducir costos de gestión de residuos y generar un producto comercializable, maximizando su rentabilidad.
Más allá del hidrochar
El grupo de investigación ‘Bioprocesos’ del Campus Científico Tecnológico de Linares planea expandir su trabajo para producir bioetanol, biogás y compuestos con propiedades farmacológicas, como antioxidantes. Manuel Cuevas Aranda, coautor del estudio, explica: “Nuestro objetivo es desarrollar procesos que permitan a las empresas agroindustriales obtener una mayor rentabilidad económica y diversificar su oferta.”
Este proyecto ha sido financiado por la Unión Europea a través del programa Horizon Europe Marie Skłodowska-Curie European Postdoctoral Fellowships, bajo el nombre OliPFUEL (ID: 101062601).