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La inversión en suelo rústico en España ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años, generando un interés sustancial entre los inversores. Este tipo de activo resulta atractivo debido a las diversas oportunidades que ofrece, que van más allá de las actividades tradicionales como la agricultura y la ganadería. Desde el ocio hasta la sostenibilidad y las energías renovables, el suelo rústico se presenta como un campo fértil para múltiples inversiones. En este contexto, empresas como la inmobiliaria de fincas rústicas FINCALISTA y la firma ARMANEXT están destacando la importancia de fomentar la adquisición de este tipo de activos y explorar sus beneficios.
Para FINCALISTA, el suelo rústico representa un mercado estable, con menor volatilidad e incertidumbre en comparación con el suelo urbano. Además de su función primaria como productor de alimentos, este tipo de inversión fomenta el asentamiento poblacional en áreas rurales, ofreciendo activos tangibles a largo plazo con bajos riesgos de correlación con la inflación y retornos estables. También se destaca la oportunidad que representa el abandono de tierras por parte de sus propietarios, que puede ser aprovechada por aquellos que deseen emprender en este sector y desarrollar nuevas actividades.
Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan este dinamismo, con 371,144 fincas rústicas transmitidas entre enero y octubre de 2023, incluyendo herencias, compraventas y otras formas de transmisión. Este flujo constante de transacciones indica un sector en movimiento, con el potencial de convertirse en un aliado crucial para el necesario relevo generacional en la agricultura y la ganadería.
Un aspecto innovador en este panorama es la propuesta de ARMANEXT para la implementación de las SOCIMIS (Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión en el Mercado Inmobiliario) en el ámbito rural. Esta figura, que actualmente se aplica principalmente a fincas urbanas, ha demostrado su eficacia desde 1961 en Europa y a nivel global. La expansión de las SOCIMIS al sector agrícola podría impulsar significativamente la economía rural, ofreciendo soluciones al abandono de fincas y permitiendo la participación de inversores de todos los tamaños en el desarrollo agrícola.
La llegada de grandes fondos de inversión internacionales al sector agrario y alimentario también es un fenómeno destacado, con un crecimiento significativo en los últimos años. Esta tendencia refleja el creciente interés en las oportunidades que ofrece el suelo rústico como activo de inversión.
Para facilitar aún más la inversión en el sector rural, ARMANEXT ha abogado por extender los beneficios fiscales de las SOCIMIS al ámbito agrícola. Esta modificación regulatoria, que está siendo discutida con las autoridades pertinentes, promete promover una revitalización sin precedentes en el campo español, combatir la despoblación rural y aprovechar de manera más eficiente los recursos naturales.
La adopción de SOCIMIS en el sector rural, continúa explicando Antonio Fernández Hernando, presidente de ARMANEXT, "impulsaría significativamente la economía agraria, ofreciendo soluciones a la creciente problemática de abandono de fincas. Permitiría a inversores de todo tamaño participar en el desarrollo agrícola, optimizando así terrenos inutilizados y mejorando la calidad y competitividad del sector".