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Las exportaciones españolas de alimentos y bebidas a China registraron en 2015 una cifra récord en valor, con ventas por 789,9 millones de euros, tras haber registrado un aumento del 58%. Concretamente, en aceite de oliva, donde España tenía ya cerca de un 60% de cuota del mercado, en 2015 esta cifra ha alcanzado el 75%, es decir, el 75% del aceite de oliva que se consume en China procede de nuestro país, aunque el número de consumidores chinos que lo han incorporado a su dieta diaria sigue siendo minoritario entre su gran población. Asimismo, las ventas de aceite español al país oriental crecieron un 71% interanual en 2015, hasta sumar un valor de 122,1 millones de euros.
Aunque es una buena señal y parece que se avanza en el reto de que se identifique al producto español como el mejor aceite de oliva del mercado, “no hay que echar las campanas al vuelo”, ha señalado Eduardo Euba, consejero de la Oficina Económica y Comercial de España en Shanghái.
Consolidar esa identificación es un “desafío”, aunque “también está el otro desafío, de enorme complejidad, que es simplemente que la gente sepa qué es el aceite de oliva y que se lo lleven a la cocina, y eso nos llevará muchos años”, afirma.