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La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) reclamó el pasado jueves al Gobierno un plan de emergencia por la sequía que afronta España. Desde la organización apuntan que el Ejecutivo de Mariano Rajoy “no puede seguir ignorando este problema mirando al cielo a ver si llueve”.
UPA dibuja un panorama “dramático”, con los agricultores de secano sembrando el cereal en campos “absolutamente secos”, una campaña de olivar que será un 20% inferior a la anterior, unas tierras de pasto sin pastos y unos cultivos de regadío que ven peligrar su situación ante la falta de agua con la que regar.
En este sentido recuerdan que la reserva de agua a nivel nacional está al 37,5% y hay cuencas en “situación dramática”, como la del Segura (al 13,4%), la del Segura (al 25,2%) y la del Duero (al 30%). Así, exigen al Gobierno que “se tome en serio” este problema, ya que es “gravísimo” y no va a resolverse solo, sobre todo teniendo en cuenta que las previsiones de los expertos apuntan a que el cambio climático ya está incrementando (y lo hará aún más en el futuro) “la frecuencia y la gravedad de las sequías, por lo que “llama gravemente la atención que no se convoque la Mesa de la Sequía desde hace meses”, señalan los agricultores.
Esta organización también critica que en un año así el Gobierno no haya recuperado los niveles de presupuesto destinados a seguros agrarios previos a la crisis, “pues son la única esperanza del sector ante esta crítica situación”. UPA cree que son necesarios “al menos 265 millones de euros” para asegurar la supervivencia del sistema de aseguramiento.
En lo que respecta a los efectos de la sequía en el olivar, desde la UPA prevén una cosecha un 20% inferior a la del ejercicio anterior debido a las escasas precipitaciones. La falta de agua en otoño está provocando que la aceituna no engorde lo que debiera y esté muy arrugada. Al sector ya no solo le preocupa la falta de cosecha de este año, sino que la ausencia de agua hace peligrar la próxima campaña. Si no llueve pronto y “de forma generosa”, nos encontraremos con árboles muy castigados y con pocas reservas, lo que condicionará la carga del próximo año. En el caso concreto de la aceituna de mesa, la presente campaña puede anunciarse como “catastrófica”, con reducciones de producción de hasta el 80% en zonas de Extremadura.